Mauricio Macri reunió a dirigentes sub-40 de la provincia con la mira puesta en la campaña electoral. Buscará tener candidatos propios en todos los distritos.
El expresidente Mauricio Macri, de a poco, vuelve al ruedo político. Tras un acto en Santa Fe la semana pasada, ahora el presidente del PRO reunió a su tropa joven en San Isidro, a la que asistieron dos representantes de La Plata.
En medio de los tironeos con “el entorno” del presidente Javier Milei, y con una alianza electoral con La Libertad Avanza como una utopía cada vez más lejana, Macri intenta darle volumen al golpeado PRO e intentará poner candidatos propios en todos los distritos.
Para eso, juntó a dirigentes sub-40 en la quinta que el ex ministro de Trabajo Jorge Triaca posee en el partido de San Isidro, en el norte del conurbano bonaerense. Entre el centenar de asistentes se pudo ver a la diputada provincial Julieta Quintero Chasman y al concejal platense Nicolás Morzone.
Desde el partido amarillo manifestaron que se trata de un “nuevo PRO”, y anticiparon que tienen “energía, ideas y visión fresca de nuevas generaciones” para reflotar al espacio que viene sufriendo un goteo constante de dirigentes que decidieron pasarse a las fuerzas del cielo.
Encabezados por la ex candidata a presidenta y actual ministra de Seguridad Patricia Bullrich, son varios los dirigentes que cambiaron el amarillo por el violeta. El caso más resonante entre los intendentes bonaerenses es el de Diego Valenzuela (Tres de Febrero), aunque también lo secundaron sus pares de 25 de Mayo Ramiro Egüen y la jefa comunal de Capitán Sarmiento Fernanda Astorino.
Entre los que todavía no pegaron el salto, pero presionan para una fusión PRO-LLA figuran Cristian Ritondo, Diego Santilli y el ex candidato a gobernador bonaerense Néstor Grindetti.