Participar en Gran Hermano suele ser un hecho trascendental para la mayoría de los participantes del reality. Sin embargo, en algunos casos, la exposición mediática y el encierro pueden derivar en situaciones poco favorables. Así lo contó Romina Uhrig, quien reveló detalles sobre su lucha contra las adicciones.
“Empecé a salir. Creo que en los 35 años de vida no había hecho lo que hice en esos dos años. Me encontré con muchísima gente y ahí fui muy frágil”, expresó Uhrig a corazón abierto en Infama (América TV). Luego agregó: “Empecé a tomar pastillas y lo que le dicen MD”.
“La verdad es que nunca me animé a probar nada más, pero no quería salir si no tenía eso. Empezaba a buscar y, si no conseguía, me ponía agresiva”, confesó la ex participante de Gran Hermano.
Asimismo, Romina aseguró que los vínculos que generó en el ambiente no la ayudaron. “Hubo una persona puntual del medio. En el momento decís ‘gracias’ porque te invitan cosas y todo era alegría. No quería que se terminara más la noche, ya pensaba en el fin de semana siguiente”, recordó la ex diputada.
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En ese sentido, reveló que sus adicciones afectaron su rol como madre. “Me cuido mucho, amo a mis hijas, sé la madre que soy, la amiga, la compañera. Entonces, para mí eso fue fuerte y lamentablemente no lo pude manejar. Es triste, porque siempre me creí fuerte y pasé por otras cosas feas, pero esto no lo pude manejar”, sentenció.
Sobre el final, visiblemente conmocionada, Uhrig contó que se encuentra en pleno proceso de recuperación: “Pude salir de toda esa porquería, porque entrás en una felicidad y después en un vacío. Tuve depresión y ataques de pánico”.