La ciudad de La Plata, conocida por su vibrante escena cultural, sigue siendo cuna de artistas que llevan su identidad como bandera. En muchos puntos de la región hay diferentes espacios que siguen cultivando este sentir, algo que la escritora y actriz Greta Emma conoce muy bien, ya que tuvo gran parte de su formación en sus queridas diagonales.
“La Plata es una ciudad única, ni tan masiva como Buenos Aires ni un pueblo. Es lo mejor de dos mundos: encontrás todo, pero seguís conociendo a la gente”, destacó la joven en diálogo con El Editor Platense, quien subrayó la riqueza del círculo artístico platense. “Hay una estética propia, bizarra, con un toque de absurdo que se está empezando a exportar. Grupos como Jueves de Trapo, ahora Platón, o influencers como Nati Maldini y Jorge Pinarelo, muestran el talento que nace acá”, agregó, refiriéndose a la escena que combina teatro, cine y redes sociales con un sello distintivo.
Emma, que hoy vive en CABA, comenzó su carrera a los 4 años, explicando que la oferta cultural de nuestra ciudad moldeó su camino: "Acá hay de todo: canto, baile, teatro, actuación. Desde chica tuve oportunidades que en otras ciudades no existen”. Su mamá fue una influencia clave, fomentando la creatividad desde muy pequeña.
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No obstante, el camino tuvo sus obstáculos. “Siempre está el miedo de la incertidumbre económica. Nadie tiene un sueldo fijo, ni siquiera los artistas consagrados como Robert Pattinson. Pero la satisfacción de hacer lo que amás lo vale”, admitió.
Greta Emma, el impacto de las redes
Las redes sociales hoy son un termómetro para muchas situaciones, algo que también se puede ver en los lazos que se pueden forjar. “Hoy te miden por seguidores. Una editorial me pidió un manuscrito, pero al ver que tenía menos de 20.000 seguidores, ni lo descargaron. Es frustrante, porque la calidad queda en segundo plano”, confesó.
A pesar de esto, su obra, como el libro Perpetua, busca romper prejuicios. “Hablo de temas profundos: ausencias, suicidio, placer, capitalismo, pero con brillos y colores. Quiero que los hombres superen la idea de que un libro rosa no es para ellos”, afirmó, celebrando que cada vez más lectores, incluidos hombres, se suman a sus propuestas.
Tiempos de crisis
La crisis económica golpea fuerte al sector artístico. “Es peor que en 2018 o durante el COVID. En el teatro, una entrada de $12.000 es menos que un kilo de helado, pero la gente no puede pagarla porque no tiene ni para carne”, lamentó. La falta de subsidios y el cierre de espacios culturales como el INCAA agravan la situación. “El arte es alimento para el alma, pero sin comida en el estómago no hay alma. Sin apoyo, no hay prueba y error, no hay nuevos discursos”, reflexionó.
Aun así, el orgullo platense permanece intacto. “Donde voy, siempre hay un platense: culto, trabajador, dedicado. La Plata no es una secta, es una identidad que se abre al mundo sin perder su esencia”, concluyó. Su mensaje es claro: el arte platense no solo resiste, sino que se proyecta con fuerza, invitando a todos a sumarse.