El Día del Gauchito Gil se celebra cada 8 de enero en la Argentina en honor a una de las figuras más populares y con mayores adeptos del país. Su imagen se ha convertido en un símbolo reconocible por la cultura nacional gracias al culto que se le rinde. Este involucra santuarios e iconografía de colores rojos, muy recurrente en las rutas argentinas. La fecha recuerda su fallecimiento, día en el cual los fieles peregrinan hacia su santuario, a unos kilómetros de la localidad de Mercedes, en Corrientes.
Se trata de una tradición pagana, en la cual se venera su figura al realizar agradecimientos y solicitar su protección. Sus altares en zonas rurales y rutas cuentan con velas encendidas, ofrendas de comida, cigarrillos, vino y telas de color rojo, en recuerdo a su distintivo pañuelo.
En este sentido, como en distintas partes del país, en La Plata también tendrá su homenaje como cada 8 de enero. De acuerdo a lo informado, el cronograma de actividades incluye comidas, música en vivo, bailes típicos y ofrendas al santo popular en el santuario de nuestra ciudad, en la esquina de 35 y 133.
El "Campito de Mary Franco", como apodó la gente al lugar por su fundadora María Inés Franco, estará abierto durante esta jornada al público y a los fieles a partir de las 9 y hasta las 21.
La historia del Gauchito Gil
De acuerdo al Ministerio de Cultura de la Nación, Antonio Mamerto Gil Núñez nació el 12 de agosto de aproximadamente 1847, en Mercedes, una localidad de origen guaraní ubicada en la provincia de Corrientes. Era una persona jovial, que adoraba los bailes y las fiestas. Se cree que tenía grandes habilidades con las mujeres y su mirada intensa lograba intimidar a cualquiera de sus adversarios. Trabajaba como peón rural hasta que fue reclutado para servir en la Guerra de la Triple Alianza y las milicias que se oponían a los federales.
Si bien no existen registros claros sobre su historia, la leyenda cuenta que Ñandeyara, el dios guaraní, se le apareció mientras dormía. En el sueño, la divinidad le advirtió: “No quieras derramar sangre de tus semejantes”. De tal manera, decidió abandonar las fuerzas militares y convertirse en una especie de justiciero que robaba a los ricos para ayudar a los más vulnerables. Se dice también que logró curar a los enfermos y vengaba a quienes había sufrido desigualdades.
A pesar de sus hazañas, el Gauchito Gil fue capturado mientras dormía la siesta y sentenciado a muerte por sus acciones. Otras teorías sugieren que había conquistado a la esposa de un comisario, quien deseaba cobrar venganza.
Al momento de ser trasladado a la ciudad de Goya para ser juzgado, los soldados a cargo del viaje decidieron ejecutarlo antes, a ocho kilómetros de Mercedes. Su asesinato fue cruel y su sangre cayó sobre la tierra, la cual la absorbió de manera instantánea. A partir de ese suceso, nació el mito y su asesino se convirtió en su primer devoto. Se cree que el Gauchito Gil falleció hacia el 8 de enero, justo después de las fiestas de San Baltasar.