Vecinos de Barrio Aeropuerto aseguran estar cansados de los ruidos molestos que, según denunciaron, provienen de una parrilla al paso que fue instalada hace pocos días en la zona. En ese sentido, al no recibir respuestas de las autoridades ante el reclamo, se comunicaron con El Editor Platense para pedir ayuda.
“Te quería contar sobre un caso de ruidos molestos”, comenzó relatando una frentista que se comunicó con este medio. Según dijo la mujer afectada por la situación, todo comenzó cuando se instaló una parrilla al paso en una vivienda de 13 entre 98 y 99, la cual “pareciera estar usurpada”.
Si bien hasta el momento parece ser una historia normal de alguien que emprende con un negocio nuevo, el problema para los vecinos es que “están todo el día con un parlante a todo lo que da, durante el día y la noche”, y agregaron: “Lo curioso es que no hay gente, no venden nada, pero el parlante jode mucho”.
Ante esta situación los damnificados se comunicaron con la Municipalidad, donde entregaron un petitorio “pero los inspectores no vienen”.
Cansados por la falta de respuesta y ante la ausencia de autoridades, los frentistas aseguran que los medios de comunicación son lo último que les queda para que alguien haga algo, ya que manifestaron que “nos comunicamos con el delegado, Fabián Cordero, pero nadie hace nada”.
“Así no se puede seguir”, continuó la mujer y cerró: “Queremos poder descansar, yo estoy a dos cuadras de la parrilla y el ruido es infernal, no me quiero imaginar cómo afectará a los que están más cerca”.
Música alta: el motivo de varias peleas
Luego de lo que fue el caso del policía retirado de Lomas del Mirador que, en navidad, asesinó a un hombre por estar con la música alta durante varias horas, el caso de los vecinos indignados en La Plata recuerda también a otro hecho que tuvo lugar unos pocos días antes de que finalice el 2024.
Fue también durante los festejos de navidad, y el hecho tuvo como protagonista a un joven que le pidió a sus vecinos que bajaran el volumen.
“Pasé el miércoles todo el día fuera de mi casa y cuando regreso a las 7 de la tarde, ya desde la planta baja se escuchaba la música a todo volumen del salón que está en el último piso. Mi departamento queda justo debajo del salón. Como era temprano, no dije nada, me la banqué”, contó Lucas, víctima de la agresión.
Sin embargo, relató que a casi tres horas de su llegada el volumen alto seguía: “Cuando saco a pasear a mi perra, justo me cruzo en el ascensor con dos hombres y una mujer que venían del salón y que llevaban una lata de cerveza en la mano. Ahí aproveché y les dije si podían bajar un poco el volumen de la música. Uno me respondió que no podían, la mujer me dijo que era un amargado y que era Navidad que había que festejar”.
“Insistí y me dijeron que no podían y me siguieron molestando. Yo intentaba no engancharme porque no valía la pena. Pero, cuando salgo del edificio con mi perra en la mano, me empiezan a insultar y ponerse más violentos. Ahí les digo que no me insulten, que yo se los había pedido de buena manera. Ahí me quiere pegar, me lo saco de encima y sigo, pero uno me ataca y ahí me pegan los tres”, explicó en diálogo con la prensa.