Hipotecar proyectos de vida, alquilar sueños de noche

Mientras se espera una definición, el temor está en todos los tipos de inquilinos que hay en la ciudad. Desde los que buscan cambiar, los que no pueden y los que vienen

El Editor Platense | Fernanda Verdeslago Wozniak
Por Fernanda Verdeslago Wozniak
28 de agosto de 2023 - 19:01

Se podría decir que hay diferentes tipos de inquilinos. Por un lado los que solo pagan las expensas, porque son herederos del inmueble; los que tienen contrato y se les actualizan ahora, pasando de cifras irrisorias a números imposibles; aquellos que ya tuvieron el aumento pero saben que para el año que viene rondarán los 200 mil pesos; quienes comparten, con amigos o compañeros; y los que llegarán a La Plata -del interior o exterior- para estudiar en 2024. A todos ellos, los costos les es una preocupación y saber que salir de ahí es casi estar en un precipicio.

En provincia de Buenos Aires, los valores aumentaron en más del 120 por ciento, y pese a que los porcentajes de inflación son menores en otras ciudades, también es la misma situación en Ciudad de México (12%), en Sao Paulo (11,2%), en Quito (10,9%) y en Lima (6,3%). Solo en Santiago de Chile, con un 2%, se da una situación mejor.

Pese a la incertidumbre a lo que empezará a pasar en miércoles en Senadores, hay puntos claros: que más del tercio del sueldo se destina a pagar el alquiler, que cada vez hay más pretendientes por un mismo departamento (quizás lista de 10 personas o más) y que la cantidad de posibilidades cada vez disminuye más en el casco urbano. Las afueras son una ventaja, pero no alcanza y debe ser una opción más.

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Si uno hubiese alquilado un departamento por 55 mil pesos a mitad de 2022 y si estaría funcionando la Ley de Alquileres que se podría aprobar, le hubiese aumentado unos 15 mil pesos tras los primeros cuatro meses, 16 mil para los segundos y 25.600 más en el último cuatrimestre, basándose en el Índice de Precios al Consumidor (IPC). Es una de las variables, como Precios Mayoristas (IPM), salarios y/o combinación. 

Desde agrupaciones de inquilinos, sostienen que esta nueva ley llevará a "profundizar el proceso de precarización de las personas que alquilamos". Los aumentos cada cuatro meses inciden profundamente porque a la misma cantidad de tiempo, los sueldos no suben de igual manera. Reconocen que la anterior ley fue "un problema que provocó el Congreso" -ya que no se pensaba tener una inflación como la actual- y ahora sería como un parche.

El sueño ya no puede ser tener la casa propia, sino el de ver cómo pagar el próximo mes el alquiler. Aunque más que sueño, pesadilla.

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