La UNLP se prepara para otro año de resistencia al liberalismo

El Gobierno nacional no dispuso financiamiento para las universidades y anticipó que avanzará con las auditorías

El Editor Platense | Nicolás Cánepa
Por Nicolás Cánepa
3 de enero de 2025 - 18:30

El 2024 estuvo signado por los múltiples frentes de batalla que abrió el Gobierno de Javier Milei en el marco de su programa de ajuste del Estado. Uno de ellos fue el conflicto con las universidades de todo el país, entre ellas la Universidad Nacional de La Plata. Lo que para el oficialismo fue un “ajuste necesario” sobre los recursos destinados a la formación de profesionales, se convirtió en un verdadero problema para miles de estudiantes, investigadores, docentes y no docentes que debieron enfrentar un sinnúmero de dificultades.  Este año se mantiene en la misma línea. 

De acuerdo a un reciente informe de la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP) y la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), las universidades nacionales cerraron el 2024 con un recorte del presupuesto del 30% y los salarios reales de los docentes con una caída del 23% respecto a diciembre de 2023.

El recorte presupuestario a la educación fue denunciado durante todo el año por la comunidad educativa, que logró movilizar en reiteradas oportunidades amplias porciones de la sociedad y logró el consenso para aprobación en el Congreso de la Ley de Financiamiento Universitario, aunque el ajuste de los fondos no se pudo revertir debido al veto de Javier Milei.

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Tras este episodio y en medio de un periodo de tensa calma entre las partes, el Presidente se mostró dispuesto a profundizar el conflicto con insultos y amenazas al sector educativo en el marco de la discusión del Presupuesto 2025. Finalmente, sin la ley de leyes, el Ejecutivo volverá a moverse con el Presupuesto 2023 prorrogado y la facultad de reacomodar partidas por decreto. Las universidades, nuevamente, quedarán en el fondo del tarro.

Hay incertidumbre por el financiamiento de 2025. Si el Ejecutivo continúa con esta política, vamos a perder calidad educativa”, advirtió Oscar Alpa, vicepresidente del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN). Las universidades, expuso, sufrieron cerca de un 33% de recorte presupuestario en 2024. “Históricamente, Argentina siempre aportó entre el 0,7 y el 0,8% del PBI a las universidades. Hoy estamos en un 0,5%”, ejemplificó, antes de advertir que el 2025 parece continuar la misma senda. 

El impacto de los recortes se sintió en la actividad académica. Además del acumulado de días de clases en el marco de las jornadas de lucha, se paralizaron múltiples investigaciones porque los valores nominales no alcanzaban. “Repercutió en las universidades, porque hay docentes que son investigadores y desarrollan su programa de forma conjunta. Algunos jóvenes nos plantearon su salida en 2025. Se van a Brasil o a Europa, porque tienen mucho futuro y mejores condiciones”, sumó Alpa sobre un escenario que se replica en todas las sedes de la UNLP y el Conicet. 

“Hace tres años venimos discutiendo internamente la calidad universitaria para mejorarla. Cuando vamos a cualquier lado del mundo, reconocen a los investigadores argentinos y su formación de primera calidad”, advierten desde el CIN.

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Auditorías

En medio de los recortes de los recursos, el Gobierno busca avanzar con la batalla contra las universidades a través de las auditorías sobre la administración de las casas de estudios. La Auditoría General de la Nación (AGN) anunció que continuará en los próximos meses con el análisis sobre los ejes de evaluación de la gestión, aplicación y rendición de las transferencias realizadas a las Universidades Nacionales, con énfasis en el cumplimiento de la normativa vigente, como la evaluación de metas, la producción bruta y los indicadores.

En el informe de gestión que se aprobó para el 2025, la AGN estableció que se auditará la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Buenos Aires, junto a la Universidad Nacional de La Plata y otras universidades públicas nacionales como la de Córdoba, Salta, San Juan, Cuyo, Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, de la Patagonia San Juan Bosco, de Chilecito, de Avellaneda y del Nordeste. Según trascendió, los resultados iniciales de las auditorías universitarias estarán disponibles a mediados del próximo año.

No obstante, mientras desde la Casa Rosada avanzaban con la batalla discursiva y las medidas para “exponer” presuntos fraudes en los manejos de los recursos universitarios, el Índice de Transparencia elaborado por la Agencia de Acceso a la Información Pública (AAIP) del Gobierno ubicó a la UNLP entre los 10 organismos más transparentes del país con una calificación de 94.6 puntos sobre 100. Dentro del Top Ten se ubicaron otras cuatro universidades nacionales (Quilmes, Lanús, Cuyo y San Martín). 

Tras un 2024 intenso, este año también llegará con una intensa discusión sobre la administración de las universidades en un año electoral donde se ponen en juego más cargos legislativos.

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