En las últimas horas el Consejo Consultivo para el Desarrollo Regional alertó a las autoridades provinciales y nacionales por una posible plaga proveniente de Chile que podría afectar a las plantaciones de tomate de La Plata a raíz de la apertura de las importaciones.
Los expertos locales advirtieron a las autoridades del SENASA, del Ministerio de Desarrollo Agrario de la provincia de Buenos Aires y de la Secretaría de Agricultura de la Nación por los perjuicios que podrían sufrir los cultivos locales de tomate, berenjenas, pimientos y otros productos por la acción del Pepino Mosaic Potexvirus (PepMV) en el caso de que se introduzca en nuestro país.
En ese marco, desde el Consejo le solicitaron al SENASA que se apliquen las medidas que correspondan a las importaciones que se realicen desde Chile de todo tipo de material de tomate, incluidos los frutos para consumo, a fin de evitar una plaga cuarentenaria “ausente en nuestro país”.
“El pedido se realiza en virtud de que esta plaga está ampliamente difundida en cultivos de tomate de Chile, y afecta al tomate y al pepino -como hospedantes principales-, pero también puede atacar a la papa, el pimiento y la berenjena, al tiempo que puede permanecer en malezas que actúan como fuentes de inóculo”, insistieron.
Sequía y crisis en La Plata
Los expertos advierten por la llegada del fenómeno de La Niña que podría generar periodos de sequía en el centro del país. Este escenario genera preocupación entre los representantes del sector frutihortícola de La Plata que advierten por el cóctel explosivo que podría ocasionar si se suma a la crisis económica que afrontan los productores y que ya generó la ida de un frondoso número de familias que trabajan la tierra.
"Lamentablemente nos va a tocar ver a cuantos nos deja sin producción”, afirmó tajante la referente de la Asociación de Medieros y Afines (ASOMA), Albina Vides. La falta de lluvias que anticipan en el cinturón verde afectaría directamente la napa y, consecuentemente, a los sistemas de abastecimiento de agua. Al no haber agua de lluvia, el nivel de la napa desciende paulatinamente por lo que se deben realizar perforaciones más profundas -y costosas- para extraer con la bomba. Un escenario imposible para los productores.
Pero la situación es aún más compleja. Si bien el territorio argentino aún no está bajo los efectos de ‘La Niña’, los productores padecen la falta de agua por los reiterados cortes de luz que dispone la empresa suministradora. “Ya venimos sufriendo los cortes de luz. A veces cortan el servicio por 24 horas sin dar ninguna explicación y nosotros no podemos usar las bombas para sacar agua”, expresó Isabel Palomo, reconocida productora de tomate de la localidad de El Peligro. Y sumó: “Es perjudicial porque por ahí está la gente plantando y te dejan sin luz, no los regas y se muere el plantín”.
Los productores utilizan bombas con conexión trifásica para poder abastecer quintas que ocupan -en promedio- entre una y tres hectáreas con plantaciones a cielo abierto e invernáculos, donde la temperatura suele duplicarse en su interior por lo que el riego es vital para evitar que se seque la planta.