El arranque del ciclo lectivo en la Escuela Secundaria Nº 53 de Los Hornos viene complicado. Allí, la comunidad educativa levantó la voz para denunciar la ausencia de profesores suficientes para atender a los alumnos de sexto año, un nivel clave para quienes planean continuar sus estudios en universidades o institutos terciarios.
A los ya habituales problemas de infraestructura que afectan a numerosos establecimientos educativos de La Plata, se suma ahora una creciente inquietud por la falta de asignación de docentes, un inconveniente que está dejando a cientos de estudiantes sin el acceso pleno a su educación. Según explicaron padres y docentes, el problema radica en la creación de un nuevo curso que no fue acompañado por la designación de personal adicional.
Esta improvisada solución no solo sobrecarga a los educadores, quienes se ven obligados a multiplicar sus tareas pedagógicas, sino que también deja a los estudiantes con menos horas de clase efectivas y una continuidad educativa fragmentada.
El reclamo de este espacio no es un caso aislado, sino que se inscribe en un contexto más amplio de dificultades que atraviesa el sistema educativo platense. La escasez de docentes, sumada a las falencias estructurales, pone en jaque el normal desarrollo del ciclo lectivo y alimenta el malestar de familias y docentes.
Crisis en la Escuela Técnica N°9 de La Plata: denuncian diferentes irregularidades
A casi dos semanas del inicio oficial del ciclo lectivo 2025, los alumnos de 7° 5° de la Escuela Técnica N°9 de La Plata aún no han podido comenzar sus clases debido a una serie de problemas que incluyen la falta de aulas, profesores y preceptores.
Según denuncian los padres y estudiantes, la situación no muestra avances concretos, y las autoridades escolares no han proporcionado una fecha estimada para el comienzo de las actividades, lo que genera creciente preocupación en la comunidad educativa.
El conflicto, que afecta directamente a este curso de séptimo año, tiene su origen en una desorganización que incluye la ausencia de docentes asignados y de un preceptor, así como la falta de un espacio físico adecuado para el dictado de clases. A esto se suma un dato alarmante: los alumnos ni siquiera figuran registrados en la base de datos del establecimiento, lo que evidencia fallas administrativas profundas.