Este martes entró en vigencia en Uruguay la nueva ley que le permite a los jubilados seguir en el sistema laboral. “Nuevos derechos que se alcanzan por la reforma de la seguridad social. Generando equidad entre los uruguayos con independencia de a qué Caja aportan", manifestó el ministro de Trabajo, Pablo Mieres, en su cuenta de Twitter.
De esta manera, se aumenta la edad mínima de retiro de los 60 a los 65 años y dispone de un "suplemento solidario" para los haberes más bajos. En el día de su promulgación, el pasado 2 de mayo, el presidente Luis Lacalle Pou sostuvo que la iniciativa “genera un ingreso económico mejor" para los más vulnerables y da lugar a que sigan "existiendo esos procesos de socialización que a veces los jubilados, cuando dejan de trabajar, lamentablemente pierden".
A su vez, el mandatario destacó que “hace cinco años que todo el sistema político entendió que la reforma era urgente, porque subió la expectativa de vida y porque, como contrapartida, existe una tasa de natalidad muy baja”.
Por su parte, el Frente Amplio se mostró en desacuerdo con la reforma, alegando que dicha normativa perjudica a la mayoría de los trabajadores, además de que no contempla otras áreas de la seguridad social. El proyecto fue rechazado también por la central sindical PIT-CNT.