En
las últimas horas, el
representante argentino ante la Corte Penal Internacional (CPI), Mario
Oyarzábal, denunció al Gobierno venezolano de Nicolás Maduro por “el
asedio” a la embajada en Caracas en la que se encuentran asilados desde marzo
seis dirigentes opositores.
Desde hace
más de una semana, el Gobierno chavista cortó el suministro de energía
eléctrica y agua de la embajada, que hoy se erige bajo bandera de Brasil luego
de la expulsión en agosto pasado de la delegación diplomática argentina.
“Es
imperativo que se respete la inviolabilidad de nuestras sedes diplomáticas, y
que se otorguen de manera urgente los salvoconductos necesarios para garantizar
una salida segura”, sostuvo Oyarzábal, quien es además el embajador argentino
en Países Bajos.
El
diplomático también advirtió sobre el “asedio” a la embajada en Caracas “por
parte de fuerzas policiales y actores armados no identificados, en represalia
por haber ofrecido asilo a personas cuyas vidas e integridad se encuentran en
peligro".
Estas seis
personas son colaboradores de la líder opositora María Corina Machado, y el
Gobierno de Maduro sospecha que se encargan de planificar acciones
“terroristas”.
Oyarzábal
solicitó a la CPI, con sede en La Haya, que actúe “con determinación" para
juzgar los “crímenes de lesa humanidad” que le atribuye al Gobierno venezolano.
“La
situación en Venezuela exige una atención inmediata. Lamentamos profundamente
la falta de avances sustantivos en la investigación que lleva adelante la
Fiscalía”, señaló. Según
señaló, “desde el 28 de julio, las circunstancias en el país se han deteriorado
aún más”.
"Venezuela
no puede considerarse un Estado de derecho. Los derechos humanos y civiles son
sistemáticamente vulnerados, y la voluntad democrática de su población es
ignorada de modo deliberado”, consideró Oyarzábal.
Al
respecto, aseguró que las “detenciones arbitrarias” y los “tratos inhumanos”
requieren investigaciones “rigurosas”.
“La
impunidad no solo perpetua el sufrimiento de las víctimas, sino que también
erosiona los fundamentos del orden jurídico internacional”, concluyó.