El voto en blanco y la baja participación electoral fueron protagonistas en todos los comicios que se desarrollaron este año a lo largo y ancho del país. En algunas provincias el primero se consolidó como la tercera fuerza detrás los candidatos de Juntos por el Cambio (JxC) y Unión por la Patria (UP), mientras que los niveles de asistencias llegaron porcentajes cercanos al 60%. En la provincia de Buenos Aires y la ciudad de La Plata advierten sobre la posibilidad de que se replique esta tendencia.
Según los datos recopilados hasta el momento (sin contar la elección de este domingo en Córdoba), en los comicios desarrollados en Argentina durante este año el promedio de participación promedió el 65% -en Santa Fe bajó al 63%- y el voto en blanco quedó, en la gran mayoría, entre los primeros cuatro escalones. En Tierra del Fuego fue donde más se acentuó el fenómeno, pues el sobre vacío o con boleta irregular significó el 21% del total de los sufragios emitidos.
En la provincia de Buenos Aires el avance del voto en blanco encendió las alarmas en el oficialismo y la oposición. El antecedente más reciente en una elección ejecutiva en la ‘Madre de las batallas’ no es positivo: en 2019 el voto en blanco llegó al 6,26% y quedó detrás de las listas de Axel Kicillof y María Eugenia Vidal. No obstante, a diferencia de los comicios provinciales que se desarrollaron hasta el momento, en PBA se elegirán el mismo día representantes en los tres niveles por lo que la elección presidencial podría motorizar la participación ciudadana.
En el caso de la ciudad de La Plata, los protagonistas no ocultan su preocupación, aunque los registros de los últimos comicios señalan que, a diferencia de lo que sucede a nivel provincial, en la capital bonaerense suele haber un menor porcentaje de voto en blanco y mayor nivel de participación.
Respecto al primer punto, en las últimas cuatro elecciones se registró una caída progresiva: a nivel ejecutivo pasó del 8,37% en 2015 al 4,04% en 2019, mientras que en los comicios legislativos cayó del 4,24% en 2019 a 4,16% en 2021, todas las cifras corresponden a las PASO. En cuanto al nivel de participación, en las últimas elecciones el porcentaje de asistentes fue en torno al 67%, cuando durante los últimos seis años el promedio superó el 73%. El 2023 aún es una incógnita.
Según el Código Nacional Electoral, un voto se computa como blanco cuando el sobre estuviere vacío o con papel de cualquier color sin inscripciones ni imagen alguna. Durante las PASO, estos votos son tenidos en cuenta para determinar qué porcentaje de sufragios obtiene cada uno de los que compiten, mientras que en las generales solo se cuentan los afirmativos y se excluyen estos, por lo que no cuentan al momento de dividirse sobre el total.
Frente a este escenario, cada voto es clave en territorio bonaerense entendiendo que no hay segunda vuelta o ballotage, por lo que cada candidato debe juntar todos las voluntades positivas posibles para imponerse en un comicio que se gana por un voto.