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Política

Milei allana el avance del imperialismo en las Islas Malvinas

Los guiños al Reino Unido y el silencio ante el avance de la OTAN en el Atlántico Sur. La advertencia de los excombatientes

En el Gobierno de Javier Milei la cuestión Malvinas está lejos de ser una política de Estado. Desde que desembarcó en la Casa Rosada, el líder libertario expresó su admiración por la exprimera ministra británica Margaret Thatcher, esquiva el reclamo de soberanía ante el Reino Unido y hace la vista gorda al avance del control inglés sobre la zona marítima del archipiélago. El Centro de Excombatientes (CECIM) de La Plata denuncia el rol que tomó el Jefe de Estado y planta batalla en el terreno cultural y judicial. 

A pesar de la postura de la vicepresidenta Victoria Villarruel y de la canciller Diana Mondino de mostrar un perfil nacionalista de la gestión, Milei no pierde oportunidad de mostrarse en sintonía con Gran Bretaña y en las oportunidades en que se pronunció busca evitar confrontar. Una de las muestras más relevantes ocurrió el pasado 2 de abril cuando el Jefe de Estado decidió no enviar a ningún representante al tradicional acto que se realiza en la ciudad fueguina de Ushuaia y encabezó un acto en el monumento a los caídos de la Plaza San Martín en Retiro. 

Rodolfo Carrizo, excombatiente y presidente del CECIM La Plata, habló con El Editor Platense y señaló que la administración de Javier Milei “es un gobierno muy fallido en general con todas las políticas soberanas y, en particular, con Malvinas”. “El Presidente de la Nación muy pocas veces lo ha nombrado, no está en su código y, obviamente, tampoco en su ADN de la gestión del Estado. Creo que la política de Milei es muy deficitaria”, insistió. 

“Somos, después de décadas, el primer gobierno que tiene un rumbo claro para hacer un país realmente próspero y soberano”, afirmó Milei el pasado 2 de abril y remarcó que “no existe soberanía sin prosperidad y sin libertad económica”. Fue el único pronunciamiento en torno a la soberanía. Más allá de sus palabras para, de cierto modo, equilibrar la balanza, el Jefe de Estado evita pronunciarse, principalmente ante organismos internacionales, sobre cuestiones claves que atentan contra el reclamo histórico. 

Desde el CECIM advirtieron que la débil relación con otros países de la región y la falta de decisión política frenaron las presentaciones que realizaron desde el retorno de la democracia hasta acá los diversos Gobiernos argentinos. “Nos parece que es muy débil la relación en el vínculo con la región, particularmente para hacer en distintos foros un reclamo permanente, tal cual lo han hecho los diferentes gobiernos a partir de la resolución 2065 a esta parte”, señaló el presidente de la institución. 

Los ex combatientes denuncian que la Casa Rosada aborda la cuestión “a partir de los intereses y necesidades que tiene el imperio para imponer las políticas a la región” por lo que es “preocupante” el impacto que puede generar en las Islas Malvinas, teniendo en cuenta el rol estratégico que tienen en la comunicación bioceánica y la riqueza de los recursos naturales.

La emergencia de nuevas economías como los BRICS reconfiguraron el mapa geopolítico mundial e hicieron sucumbir el poderío de Occidente que apela a su brazo armado, la OTAN, para no ceder mayor terreno. “Están reforzando en todos aquellos lugares donde los recursos naturales son muy importantes, además de estratégicos”, remarcó Carrizo en diálogo con este medio y repasó un puñados de puntos claves: la concentración de litio, el oro blanco, en el norte argentino, Bolivia y Chile; como así también la abundancia de minerales en toda la Cordillera de los Andes y la riqueza en el lecho marino de Malvinas. 

“Son elementos centrales para el desarrollo de la industria tecnológica y están, por ejemplo, en las tablets, en los celulares y en las computadoras. El imperio tiene pretensiones de zona de explotación económica alrededor de su enclave colonizado”, aportó el abogado del CECIM, Jerónimo Guerrero Iraola, y subrayó que “allí hay una enorme pérdida de chance para el pueblo argentino”. Pérdida económica y soberana. 

Sin embargo, desde el CECIM también enfocan la atención en la militarización de las islas con el objetivo de controlar tanto el acceso a la Antártida como el Pasaje de Drake, también conocido como Mar de Hoces. “Hay una mirada del imperio muy fuerte a la comunicación bioceánica, entendiendo que el único paso natural es ese y en ese sentido hay que prestar mucha atención a por qué el Reino Unido, a través de su acuerdo con la OTAN, ha militarizado el Atlántico Sur y en particular nuestras Islas Malvinas”, detalló Carrizó y precisó que estas militarizaciones “exigen de ejercicio, adiestramiento de tropa y arsenales militares”. “Esto nos llena muchísimo de preocupación”, señaló. 

A principios de marzo, el Reino Unido tomó la decisión unilateral de ampliar su control sobre zonas marítimas de las Islas Malvinas en un área adicional de 166,000 km2 al Área Marítima Protegida (AMP) establecida en 2012, forzada por las autoridades británicas y que establece restricciones a la navegación y pesca sobre el territorio alcanzado. Luego, se sumó el anuncio de la construcción de un nuevo puerto el archipiélago sobre el que Cancillería no emitió ningún comunicado al respecto, y la visita del canciller y antiguo primer ministro de Reino Unido, David Cameron, al Puerto Argentino que fue defendida por el propio presidente Javier Milei. 

Un reciente informe de la agencia de servicios Army Technology da cuenta del incremento de la instalación y capacidad militar inglesa en el territorio argentino y revela que el Secretario (Ministro) de Estado de las Fuerzas Armadas inglés, James Heappey, dijo sentirse "satisfecho" por la presencia militar en el Atlántico Sur ya que está "al nivel apropiado para garantizar la defensa de las islas” en caso de un posible conflicto con Argentina. En su centro se emplaza la base militar de la Fuerza Aérea Real de Mount Pleasant, el llamado “núcleo de defensa” por los británicos. Además, el texto especificó que los agentes del Ejército Británico y la Marina Real, 1.500 en total, “entran y salen" de las islas "según sea necesario”. 

Asimismo, el documento precisa que los Ingenieros Reales y la Artillería Real (RA) están presentes en el territorio argentino operando sistemas de defensa aérea terrestre (GBAD) Sky Sabre, un radar de vigilancia 3D AMB de largo alcance. Este y el Misil Modular Antiaéreo Común (CAMM) pueden monitorear misiles y aviones de medio alcance hasta 25 km, que puede crecer hasta 45 km. Por último, detalla que entre 100 y 150 soldados estaban en el archipiélago la infantería rotacional y se detectó la presencia de cuatro cazas Typhoon Tranche (Tramo) 1 que se dedican a patrullar el cielo de Malvinas.

En los últimos meses, la cuestión malvinas volvió a estar en agenda a partir de la defensa del CECIM, el Centro de Ex Combatientes de Islas Malvinas que, al igual que lo hicieron a lo largo de toda su historia, se colocaron en el frente de batalla para intentar frenar el avasallamiento de un Gobierno que lejos está de defender la soberanía. En este caso, la disputa estuvo relacionada con la Ley de Tierras, que hoy sigue vigente tras los fallos favorables al recurso interpuesto por los ex combatientes y que está en instancia de definición en la Corte Suprema.

La Ley 26.737 de Tierras Rurales, como se llama realmente, fue presentada en el Congreso por impulso del ejecutivo en 2011 con el objetivo de limitar la compra de terrenos naturales por parte de extranjeros en defensa de la soberanía nacional.

Estamos viviendo el proceso de transición en la cuarta revolución industrial y, en ese marco, vamos hacia un mundo con falta de energía, donde los capitales concentrados transnacionales están mirando la forma de extraer los recursos en nuestras tierras y hacer una inversión financieramente redituable”, precisó y subrayó que Argentina afronta dos caminos de cara a la Cuarta Revolución Industrial: “O entramos de rodillas o entramos en un proceso de desarrollo con la frente en alto”. 

Hay un modelo que piensa una Argentina comoditizada, que está toda en venta, que no tiene un sentido profundo de defender la soberanía nacional, y en ese sentido, el haber ganado esta disputa en el terreno jurídico, también le da valor a algo muy importante para nosotros que es la no extranjerización del territorio y la integridad territorial, cuestiones que son parte de nuestra Constitución Nacional”, selló Carrizo. 

Mientras los excombatientes, analistas políticos y expertos en la materia advierten por el avance del imperialismo sobre el Atlántico Sur, el silencio de la administración Javier Milei allana el camino al expansionismo que avasalla contra la soberanía nacional.