Hablar de Mariano Messera es hablar del buen pie, el buen fútbol, es hablar de un pedazo de la historia contemporánea de Gimnasia y Esgrima La Plata. Es adentrarse en el Estadio Juan Carmelo Zerillo, en Estancia Chica e incluso el Bosquecito.
Ídolo indiscutible de la historia contemporánea de Gimnasia, hoy Secretario Técnico. Mariano Messera dialogó mano a mano con El Editor Platense
Hablar de Mariano Messera es hablar del buen pie, el buen fútbol, es hablar de un pedazo de la historia contemporánea de Gimnasia y Esgrima La Plata. Es adentrarse en el Estadio Juan Carmelo Zerillo, en Estancia Chica e incluso el Bosquecito.
Es volver a las épocas de Potrerito, del temperamental y habilidoso número 10 que supo ser media punta a finales de los 90’, enganche a principios de los 2000 e incluso cuando el club más lo necesitó volver a dar una mano, ponerse al lado del volante central para meter, jugar y aportar su granito de arena para que el Lobo se quedara en primera división. Es quien volvió como técnico, para formar pibes que con el tiempo le dieron alegría a los hinchas, es hablar de uno de los alumnos de Carlos Timoteo Griguol, de quien se puso el buzo de técnico cuando Gimnasia y el mundo perdieron a Diego Maradona y quien hoy eligió volver a poner la cara pero desde el rol de Secretario Técnico.
Mariano Messera disfruta de todos los días a primera hora estar presente en Estancia Chica, de volver a trabajar en Gimnasia, que al igual que el predio de Abasto, es segunda casa. “Estoy muy feliz de estar en este rol, en esta función, de volver al club después de un tiempo”. Comenzó contando en el mano a mano con El Editor Platense.
“Esto era algo que con Mariano (Cowen) lo venía charlando, él me lo había planteado hace un tiempo, lógicamente lo analicé. Después de lo que fue el arranque del campeonato este año comprendí que el club me estaba necesitando y no tenía por qué dudar el volver. Cada vez que Gimnasia me necesitó nunca puse nada en la balanza, es mi club, son mis colores y el corazón siempre tira”, nos aseguró quien hoy ocupa el cargo de Secretario Técnico albiazul.
Es que Mariano Messera en Gimnasia supo ser, futbolista, técnico en formativas, Reserva, entrenador de la Primera División y hoy es un dirigente del área del fútbol profesional. Respecto a lo que representa su nuevo rol, nos aseguró: “sigo metido en el ambiente pero con otra función que disfruto mucho. Estoy todos los días acá, en Estancia Chica, en el campo de juego. Charlo con el Cuerpo Técnico, con los jugadores. Siento que los futbolistas entienden que uno fue par y eso genera cierta complicidad. Me gusta que comprendan que yo estoy acá para darles una mano y transmitir los temas a la dirigencia”, contó.
Claro está una consulta ineludible fue qué lo llevó a elegir a Diego Flores como el técnico para el primer equipo: “Todos quedamos encantados con Diego (Flores) y estamos convencidos de esta elección. La charla que pudimos tener fue sumamente positiva, nos sorprendió la información que tenía de Gimnasia y cada detalle del último año que tuvo en cuenta. Su forma de ser también nos gustó, recibimos muy buenas referencias de su manejo y del día a día. Ellos son muy trabajadores, obsesivos en el buen sentido del laburo y les gusta tener diálogo con los jugadores, eso nos hizo entender que podía adaptarse bien al equipo”, nos contó.
Acto seguido, destacó que: “descubrimos que no es un entrenador rígido, no se queda con una idea, no te dice juego 4-3-3 y no me muevo de acá. De hecho hizo hincapié de que habíamos recibidos muchos goles por lo que había que mejorar la solidez defensiva”, aseguró Messera, que acto seguido sumó: “uno piensa que por haber empezado con Bilesa no se mueve de ese estilo y es todo lo contrario, nos propuso construir al equipo de atrás para adelante. Esas cosas nos dieron a entender que tenía que ser el entrenador de Gimnasia”.
Respecto a qué descubrió el flamante entrenador al llegar, Messera ratificó que: “Diego (Flores) está muy feliz en Gimnasia, nos dice que encontró un gran club. Está muy cómodo con Estancia Chica, quedó fascinado con el lugar y se mostró conforme con el plantel que tiene”.
- Si bien pasaron tres años desde tu salida, ¿con qué club te encontraste?
“Es un Gimnasia que creció en infraestructura. Se puede ver en las canchas, en los vestuarios para juveniles. Hoy este plantel tiene un montón de herramientas a disposición y solamente tiene que preocuparse en jugar y sacar buenos resultados. En otros tiempos no pasaba eso y había que atender cuestiones que no nos correspondían, así y todo lo hacíamos por amor a Gimnasia”. Luego, agregó: “Siempre digo que los logros en obras no se terminan de valorar si la pelota no entra, pero veo gente sana y honesta que labura todo el tiempo pensando en Gimnasia, también por eso acepté volver al club”.
Desde su rol la pregunta a cómo se encuentra el plantel luego de lo que fue el parate por Fecha FIFA es inevitable, a lo que el Secretario Técnico afirma: “Al equipo lo veo muy bien, veo un grupo muy comprometido que se mata en cada entrenamiento, tenemos un Cuerpo Técnico y un plantel exigente como te lo requiere el fútbol argentino. Estas dos semanas de Fecha FIFA vienen muy bien para recuperar piernas”, acto seguido agregó: “entendemos que sacando buenos resultados podemos asegurar un lugar en los Play Off, veo un buen plantel, buen grupo, gente sana, gente identificada con el club y gente que llegó a principio de año y suma mucho. Veo un futuro lindo en Gimnasia”, afirmó Messera.
Claro está, tener a Mariano Messera en frente hace que hablar de ciertos nombres en particular se transforme en una obligación. La historia del futbolista, de Potrerito muta constantemente. Desde aquel pibe que Griguol hace debutar a fines de los 90’ y llega a la selección juvenil de la mano de Pekerman. Al hombre que se pone el buzo de técnico de Gimnasia tras la trágica muerte de Diego Armando Maradona.
Con El Editor Platense, no pudimos evitar el desafío de la danza de nombres que de alguna manera marcaron su vida personal, profesional y lo hicieron mejor persona y futbolista dentro del campo de juego:
Carlos Timoteo Griguol: “Era un adelantado a la época, un sabio, un tipo que hizo crecer a Gimnasia un montón. Yo antes de jugar, antes de ser su enganche, iba a la popular como hincha. Él nos convenció de que podíamos ir a cualquier cancha a ganar”, comienza recordando Messera.
Volviendo atrás a lo que fue esa gran década de los 90’ para el Lobo y la impronta que marcaba Timoteo como entrenador y a su vez educador, el ahora Secretario Técnico albiazul contó: “con Griguol vivimos los mejores momentos, fueron años dorados. Dejó su huella en lo deportivo, pero a quienes empezábamos a aparecer en ese momento nos cambió la vida. Para mí fue un privilegio, él me ayudó no solo a jugar sino a terminar el colegio. Tenía tres materias pendientes del secundario, yo ya jugaba en primera, en la selección Sub-20 y me agarra y me dice que si no terminaba de rendirlas no me llevaba a la pretemporada”. Luego cerró: “sin lugar a dudas es un maestro que marcó un antes y un después acá en Gimnasia”.
José Néstor Pekerman: “Yo viví una especie de universidad en esos tiempos, apenas empiezo en Gimnasia a finales de los 90’ me convoca Pekerman a la selección juvenil. Entrenaba tres días con José (Pekerman) con la selección y después tres días con Timoteo en Estancia, aprendí un montón. No cualquiera puede iniciarse con maestros”, comenzó recordando Messera, que acto seguido sumó: “José era como un padre para toda esa camada de chicos, al día de hoy te encontras con él y la relación es hermosa. Es gente que nunca le hizo daño a nadie, simplemente se dedicó a formar futbolistas que llegaron muy lejos”.
Como en sus mejores épocas de futbolista, el nombre de Pekerman deja picando la pregunta acerca de los recuerdos de haber compartido selección con el actual entrenador campeón del mundo, Lionel Scaloni: “tengo una foto festejando un gol con él, me pone muy feliz su presente. Lo conozco mucho. Parece mentira verlo tan serio hoy, porque él era un pibe muy divertido, muy jodón, siempre levantaba el ánimo del grupo. Éramos muy chicos y la verdad que todo lo que logró nos llena de orgullo a quienes lo conocimos”.
Miguel Ángel Russo: “Le tengo un cariño muy grande, él me lleva a Rosario Central en 2003. Lo gracioso es que todo su Cuerpo Técnico era de Estudiantes, yo siendo de Gimnasia, estaba Gustavo Barros Schelotto, entonces siempre había ida y vueltas con respeto y bromas entre todos nosotros”, contó sonriendo el Secretario Técnico albiazul.
Acto seguido, el ex volante tripero recordó un momento muy particular y emotivo de su vida en el que el compañerismo de Miguel Russo le resultó fundamental: “cuando pasó lo de mi viejo, él se puso a disposición, me acompañó mucho. Estábamos concentrados para jugar con Boca, me dan la noticia y me vuelvo a La Plata. Obviamente no jugué el partido, pero apenas terminó él se vino al velorio, al entierro y me dice que en cuánto me sintiera bien y tuviera ganas me esperaba por Rosario. Fui un miércoles y al otro día jugábamos por Libertadores contras Sporting Cristal, en el segundo tiempo él me pone y me toca hacer el gol sobre la hora. Esas cosas no las olvido y le tengo un cariño muy especial a Miguel por eso”, nos contó visiblemente emocionado.
Por supuesto, recordar sus vivencias con Maradona en Gimnasia es un tema ineludible. “Lo de Diego fue una etapa preciosa, una verdadera locura, una revolución lo que hizo vivirnos desde su llegada”. Cuenta Messera, que inmediatamente recuerda que: “Nunca lo había visto en mi vida, él estaba en su casa y me llama por teléfono porque sabía que estaba dirigiendo a la reserva. Durante esa semana me tocaba entrenar al plantel de primera división junto a Leandro Martini. Entonces me preguntó cómo estaba el plantel, cómo estaban los juveniles, el club y me dijo que me quería en la presentación, esa tarde que fue una locura todo. El Bosque explotaba y desde allí empezó una historia muy linda”, recordó.
Claro está volver a los días de Maradona en Gimnasia es tocar una fibra muy sensible en Mariano Messera y no son sus palabras, sino la emoción en sus ojos lo que delatan su sentir. “Yo tuve la suerte de conocer a mi ídolo, tenerlo acá, vivir un día a día hermoso, divino. Conocí a un tipo que te lo querías llevar a la mesita de luz de tu casa. Era cariñoso, bondadoso y cuidaba a los jugadores como si fueran sus hijos. Ese año fue una etapa maravillosa, de la que pude ser un privilegiado y que tuviera la suerte de que Diego quisiera tener la relación que tuvo conmigo”.
Por último sostiene que: “todos de chicos queríamos ser Maradona, nos pintábamos la ‘10’ en la espalda. Que me tratara como un par más, como un amigo, que le dijera a la gente ‘lo que jugaba este 10’ me moría de vergüenza yo. No dejo de sentir que fuimos unos privilegiados”, cerró.
La última pregunta es inevitable, es el cierre perfecto para cualquier entrevista íntima: ¿cómo definís a Mariano Messera?
El protagonista ríe, se sonroja y afirma: “es difícil hablar de uno, creo que soy alguien que intenta ser buena persona. Tener valores, principios, respetar a todo el mundo. Todo lo que hice o hago en mi vida es por convicción y lo hago con pasión. Lo hago y haré en esta función, lo hice como jugador, técnico de inferiores, reserva o Primera División”, asegura. Acto seguido concluyó: “esto es un deporte, a veces los resultados no acompañan pero siempre di mi vida y la voy a seguir dando por este club del que soy hincha desde que nací”.