Fueron 50 kilómetros caminando, nadando y atravesando lo peor. Las inundaciones en Bahía Blanca dejaron muchos afectados y piden donaciones en todo el país
"Mí historia después de la tormenta", comenzó su relato Franco Ezequiel en su cuenta de Facebook. De forma conmovedora, contó el duro momento que atravesó para encontrar a su familia luego del temporal seguido de inundaciones que atravesó a Bahía Blanca en los últimos días. "La puedo contar y sacando lo material tiene su final feliz", adelantó.
El día viernes, en medio del brutal temporal, Ezequiel perdió contacto "con la mamá de mí hija la cual estaba en casa en Cerri", Gral. Daniel Cerri es una localidad que queda a 15 kilómetros de Bahía Blanca. Él estaba en Punta Alta, a 30 kilómetros de Bahía y a más de 50 de Cerri. Desde allí, emprendió un viaje de terror con el propósito de encontrar a su familia.
"El último mensaje de ella fue que el agua corría como un río por las calles y subía cada vez más. Desesperado buscando la forma, decidí agarrar un bolsito y salir a buscarla caminando desde Punta Alta", explicó y contó que su primer encuentro con la ruta "era un mar arriba de la ruta literal, la pasé y el agua me llegaba a la cintura".
"El tramo se hizo largo y cansando pero llegando a la ruta vieja N°3, tuve la suerte de que pasaron dos camiones militares del BIM 2 y me levantaron, lo cual me dejaron cerca de la terminal de Bahía" siguió, y a partir de allí, siguió por la calle Castelli hacia la ruta 33. "Todo Bahía me cruce caminando, viendo todo a medias, era un desastre. Llegando a la ruta 33 tuve que pasar nadando y ahí perdí el morralcito con las cosas que llevaba, fue lo deje y seguí en la rotonda 35, el agua era un arroyo, hasta el pecho pero te llevaba, por más que nadara te quería arrastrar", relató el hombre, quien afirmó no saber dónde sacó fuerzas, "pero cruce y seguí mí camino".
Franco mencionó que todo el lugar era como si fuera un mar interminable, pero aún así, "seguí mí rumbo, en el cual perdí mis zapas porque se me trabo una, pero igual seguí y logré llegar a la rotonda entrada a Cerri". En el lugar había un operativo gigante, en el cual le impidieron entrar al pueblo, sin embargo, "a cuenta propia", decidió seguir.
"Tome unas botas de agua de una camioneta que había y me mande. Entré nadando prácticamente, a todo esto ya era de madrugada, todo oscuro frío e inundado, sin saber que mierda había, pero con el objetivo de dar con mí hija y su madre". Lo vivido fue digno de película, y decidió seguir contándolo: "Entre a Cerri, prendí el celular. 3% de batería me quedaba y con eso alumbre, caminaba y veía como estaba todo inundado, las casas abiertas pero nadie se veía".
Lo peor llegó cuando, en el medio de la oscuridad, notó un bulto: "Vi algo que me impactó y asustó. Era una persona que no sobrevivió en un costado todo flotando". Pasadas las 4:30 ya estaba "todo empapado, golpeo en la casa de mí cuñada (...) al abrir la puerta sale una señora y le pregunto por Anto y me dice está acá". En se lugar, Franco pudo encontrar a su hija y la mamá y sintió que todo lo vivido valió la pena.
"La cara de sorprendida, no entendía nada ella y yo la tranquilidad de decir las encontré, no tenía precio... Hoy puedo decir que valió la pena pasar por lo que pasé. Tal vez podría haber esperado pero no podía estar tranquilo. Ahora que se que mí gorda más grande (que se quedó con sus abuelos) y mí gordita chiquita están bien. Mí cuerpo y mente relajan", luego de esto, el hombre destacó que la gente de Cerri necesita mucho, por lo que es necesario continuar con las donaciones.
Vecinos y vecinas de La Plata, como de otros puntos del país, lanzan colectas solidarias para ayudar a los damnificados. Son 16 los muertos confirmados hasta el momento en Bahía Blanca y aún hay más de 100 personas desaparecidas. En tanto, mientras sigue la incertidumbre, miles de personas necesitan materiales claves para salir adelante luego de la tragedia.
En tanto, desde la ciudad de La Plata, varias instituciones se pusieron al frente de distintas colectas solidarias y piden alimentos no precederos, productos de limpieza, productos de higiene personal, agua envasada, ropa y calzado, frazadas y ropa de cama, entre otras cosas.