El agua del
lago Titicaca, uno de los más grandes de Suramérica y que se extiende por la
frontera entre ambos países, no deja de bajar y desciende hasta niveles
históricos a causas de una sequía.
"Las
precipitaciones en esta última temporada 2022-2023, han sido muy pocas. Hemos
tenido un déficit del 49 %", afirmó el director zonal del Servicio
Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú en la región de Puno, Sixto
Flores Sancho.
Las declaraciones
que llegan desde el lugar de los hechos son dramáticas. Julio Vilca Lujano,
poblador de una ciudad al sur de Perú ubicada lindera al lago, contó que debido
a la emergencia climatológica 720 familias se quedaron sin ingresos.
"Esta
sequía nos está afectando demasiado tanto en la pesca, la caza, la recolección
de huevos. También a nivel del turismo porque en nuestro puerto ya no tenemos
acceso para visitar las islas flotantes de Los Uros", explicó.