30 bancas en juego.

CABA con más fracturas que alianzas, un espejo de Nación

La Ciudad se convierte en escenario clave para medir liderazgos, tensiones internas y posibles alianzas de cara a las elecciones legislativas 2025 nacionales

El Editor Platense | Guillermina Medina
Por Guillermina Medina
6 de mayo de 2025 - 13:45

El 18 de mayo los porteños acudirán a votar legisladores, son 30 bancas las que están en juego y, si bien antiguamente eran elecciones que podían pasar casi desapercibidas en el resto del país, hoy la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) marcará un punto de partida para futuros negociados que podrían verse reflejados en las elecciones provinciales o nacionales.

Será la oportunidad de que el oficialismo nacional pueda medirse por sí mismo, en un contexto en el que “las ideas de la libertad” se vieron dispersas en distintas listas. Más allá de que la campaña y la elección en sí discute temas concretos que atraviesan a los habitantes de la Capital, hacía el interior de algunos sectores de la política puede verse como un termómetro que podría proyectar triunfos o derrotas en un escenario nacional.

Si bien son 17 frentes electorales los que competirán, hay algunos que no sólo se repiten y tienen trayectoria, sino que se vieron fragmentados y tuvieron que buscar un nuevo método para captar el voto que no alcanza con lo ideológico. El peronismo encabezado por Leandro Santoro dejó de lado el nombre Unión por la Patria y se presentará con un sello propio que reúne a distintos sectores del llamado campo popular, mientras que, por otra parte estará el candidato de Guillermo Moreno, Alejandro Kim. La falta de unidad en este espacio es simple: el exsecretario de Comercio del kirchnerismo se niega a compartir una lista con un hombre de origen radical como lo es Santoro.

Aún con estas diferencias, el peronismo es el que más está midiendo en términos porcentuales pese a que nunca tuvo mucho protagonismo en CABA, y la explicación que se encuentra es que sin el acuerdo entre La Libertad Avanza (LLA) y el PRO, los votos se ven fragmentados, al contrario de la “lista única” del Partido Justicialista. Este es un punto clave que podría verse reflejado en principio en la Provincia de Buenos Aires, como también en Nación.

Si bien cada partido pone en juego diferentes cartas, LLA busca desplazar al macrismo e instalarse en la Ciudad con el desafío de no tener el rostro del presidente Javier Milei que pueda arrastrar al cúmulo de votantes. Manuel Adorni irá a la cabeza, cuenta con el visto bueno del “triángulo de hierro” -Javier y Karina Milei y Santiago Caputo-, pero deberá medirse con una “tercera posición” que es Ramiro Marra. El hombre que el año pasado fue expulsado del bloque libertario está peleado con la mesa chica del Ejecutivo y por eso, irá con una lista propia -Libertad y Orden- que, si bien no se espera que gane, la realidad es que divide votos.

El PRO se presenta en un escenario complejo, se trata de un territorio que tienen conquistado hace 20 años y es su espacio seguro al que pudieron llegar y mantener con distintas alianzas. Silvia Lospennato será la primera candidata pero aún así, los sondeos indican que estarían en un tercer puesto, hecho que marcaría la salida de los hermanos Macri en esta elección de tercios.

Por su parte, con Volvamos Buenos Aires apareció Horacio Rodríguez Larreta, quien tras marcar sus diferencias con Jorge Macri y con el PRO, anunció que encabezará la lista de legisladores de un espacio propio, Movimiento al Desarrollo (MAD). Mientras que, el radicalismo conducido por Martín Lousteau competirá por fuera del oficialismo porteño y anotó su propia alianza compuesta por cuatro partidos, con Lucille Levy como primera candidata, una joven de 29 años con raíces en la militancia universitaria. Estos dos sectores que supieron convivir en lo que fue Juntos por el Cambio, ahora, con una mirada más progresista podrían sacarle votos al peronismo.

En paralelo, la Coalición Cívica rompió todos sus acuerdos e irá por su cuenta. El partido liderado por Elisa ‘Lilita’ Carrió no quiso renovar su alianza con el PRO, la UCR ni con Larreta.

La ciudad y su relación con dirigentes nacionales

Las encuestas realizadas por Proyección arrojaron que Leandro Santoro lidera los sondeos con una ventaja clara. Promediando los 26 puntos, contra 18 de Silvia Lospennato y 17 de Manuel Adorni, sin embargo, casi un 50% de los entrevistados se mostraron dispuestos a cambiar su elección "para que pierda el kirchnerismo".

Lo cierto es que los porteños siempre tuvieron rechazo al llamado “campo popular”, nunca, desde que irrumpieron en 2003, el kirchnerismo pudo ganar una elección. Esto podría explicar el distanciamiento que tomó Santoro de los referentes como Cristina Fernández de Kirchner, Sergio Massa e incluso, quien supo ser su hombre de confianza, Alberto Fernández. Santoro tiene el aval de todo el PJ, pero decide presentarse con un nombre genérico para probar así, si se revierte el panorama.

Esto puede marcar un punto a seguir a nivel nacional donde el peronismo busca redefinir su identidad tras la derrota presidencial y la falta de liderazgo claro post-Massa. Si Santoro logra buenos números despegándose de Cristina, puede funcionar como un modelo a replicar en otras provincias donde el kirchnerismo tiene techo.

Tanto el PRO como LLA insisten en que lo peor que le puede pasar a la Ciudad es que ganen “los K”, y son esos votos los que van a buscar pese a que, el posible triunfo lo podría dar, justamente, la división de estas fuerzas.

Aún así, los libertarios se presentarán con la ausencia de Milei en la boleta que, siguiendo los resultados de las encuestas, deja expuesta la fragilidad del armado político de fuera del arrastre presidencial. Si LLA no logra consolidarse en la Ciudad, puede debilitar su poder de negociación de cara a 2025, especialmente en la Provincia de Buenos Aires donde también se discuten liderazgos internos. En tanto, la división con Marra, quien fue un exponente clave en los porteños, expone que el "mileísmo" todavía no logró institucionalizarse.

Por su parte, con la posible -e inminente- derrota del PRO en su bastión histórico el macrismo sufrirá y tendrá que luchar para seguir siendo un partido fuerte en Nación. Lospennato representa la continuidad del "ala dura", pero, sin el peso de figuras fuertes se fue desgastando, recordando que con la ruptura con la Coalición Cívica y la UCR se marcó el fin definitivo de Juntos por el Cambio, al menos como se conocía.

Si bien el líder del partido amarillo, Mauricio Macri, se encuentra enemistado con la mesa chica del Presidente, tendrá que empezar a mover fichas para que en las elecciones nacionales puedan ganar más lugares de representación, con figuras de renombre que logre mantenerlos en el ruedo.

Estas elecciones muestran y adelantan la fragmentación que hay en la oposición, la reconfiguración del peronismo, la debilidad organizativa del oficialismo libertario, y el quiebre del esquema JxC. Todos son procesos que, si bien ya estaban en marcha, pueden acelerarse según el resultado en la Ciudad, mostrando así que se trata de una elección con impacto simbólico y estratégico mucho mayor al que representan sus 30 bancas.

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