A los 17 años, Lorenzo Fediuk Luna es una de las promesas artísticas más frescas de Magdalena. Multiinstrumentista, compositor precoz y gran oyente de rock —en castellano y en inglés—, acaba de presentar su primer álbum, 1970, un trabajo que combina distintas influencias con una impronta personal que ya lo distingue.
El disco, producido íntegramente en su casa, fue presentado en mayo en el histórico y centenario Teatro Español de Magdalena, reconocido por su acústica privilegiada. El Honorable Concejo Deliberante local no tardó en distinguirlo por este logro.
Hijo de una familia con tradición gastronómica —sus padres tienen una fábrica de pastas frescas en la ciudad—, Lorenzo ha sabido combinar los estudios secundarios y los ensayos musicales con el trabajo en el negocio familiar. Desde pequeño estudia música y, como él mismo recuerda, el vínculo con el arte lo acompaña “desde la panza”: sus padres asistieron al recital de la reunión de Soda Stereo en 2007 mientras su mamá estaba embarazada.
El próximo domingo 17 de agosto a las 22:00 presentará 1970 en el Bar Blondie de La Plata, en calle 11 entre 54 y 55, quizás el primer paso de una carrera que lo lleve a recorrer escenarios de todo el país y del mundo, aunque —como él mismo dice— siempre con el corazón en Magdalena.
Lorenzo Fediuk, un viaje sonoro
El título del disco no es casual. “Estaba componiendo y grabando mis primeros temas mientras escuchaba mucha música de fines de los ’60 y principios de los ’70. Sin darme cuenta, las canciones salían con ese sonido particular: la batería, la guitarra… todo sonaba a esa época”, cuenta a El Editor Platense. Las primeras escuchas fueron reveladoras: su papá, su tío Nelson y Toto, cantante de The Sapos, coincidían en que “sonaba re ‘70”. Entonces decidió potenciar esa estética de forma deliberada.
Entre sus influencias menciona a Yes, Frank Zappa y The Beatles, sumando del lado nacional a Pappo’s Blues y, sobre todo, a Luis Alberto Spinetta. “Estaba escuchando mucho a Spinetta, Artaud, y eso se nota en Mi propia paz”, afirma. También se declara admirador de Mahavishnu Orchestra y Pink Floyd, cuya influencia se consolidó a partir de 2020.
Si bien grabó casi todos los instrumentos, invitó a músicos cercanos: Francisco Sicilia en teclado Rhodes para Earendel, su padre y Miguel Richero en una base de jazz que cierra el álbum, y Valentino Sánchez en teclados, órgano y trompetas programadas para temas como Querida lluvia y Más que bien. Luis Baquedano, veterano músico contemporáneo y radialista, poseedor de inigualables instrumentos musicales de varias generaciones, también hizo su aporte.
Lorenzo toca la batería desde los 3 años, y a los 10 comenzó con la guitarra y el bajo. “Siempre estuvo ahí la música. Hice muchas otras actividades —dibujo, natación, taekwondo, inglés—, pero en la secundaria tomó un protagonismo clave”, reconoce.
En Magdalena ha formado parte de diversas agrupaciones: Ferdinand Lunatic, junto a miembros de su familia; The Sapos, banda de impronta punk liderada por el poeta Pablo “Toto” Albornoz; y distintas formaciones de rock y cumbia locales con las que participó en los Juegos Juveniles Bonaerenses.
Escuchá "1970", el primer disco de Lorenzo Fediuk Luna