Usuarios denunciaron a este medio que las boletas de luz llegaron con aumentos del 400%, sin justificativo alguno. “Consumí lo mismo del mes pasado”, detallaron
Usuarios denuncian a OCEBA el mal servicio de Edelap
Las quejas contra la empresa distribuidora de energía eléctrica EDELAP no cesan y, por el contrario, se multiplican día a día entre los usuarios de La Plata y la región, que aseguran ser víctimas de aumentos “usureros”, errores en la facturación y una atención al cliente que califican como “inexistente”.
Desde hace meses, los vecinos denuncian que las boletas llegan con montos desproporcionados, sin que haya habido un aumento oficial de tal magnitud ni un incremento real en el consumo. Los reclamos ante el Organismo de Control de Energía Eléctrica de la Provincia de Buenos Aires (OCEBA) se dispararon, mientras que los afectados sostienen que la empresa no ofrece respuestas claras ni soluciones efectivas.
“Venía pagando 27 mil pesos por mes y de golpe me llegó una boleta de 201 mil, y la segunda de 108 mil. Casi 310 mil el bimestre”, relató una vecina de la zona norte de La Plata. “Soy jubilada y pensionada, se me hace imposible pagar eso”, lamentó. La mujer hizo la denuncia correspondiente ante el OCEBA, pero asegura que hasta el momento no obtuvo respuestas satisfactorias.
Según datos oficiales, el último aumento autorizado a EDELAP promedió el 1,95%, aplicado en las boletas que comenzaron a llegar en octubre. Sin embargo, los usuarios sostienen que en la práctica los incrementos superaron ampliamente ese porcentaje, e incluso se aplicaron sobre consumos que no variaron. “De venir pagando 30 mil, hace más de dos meses viene 80 mil. Y aclaro que no hay consumo, durante el día no hay nadie en casa y no dejamos nada prendido. Nadie te da respuestas, son un desastre”, contó otra usuaria indignada.
Las redes sociales y los grupos vecinales están colmados de testimonios similares. Algunos aseguran haber recibido facturas con cifras que rozan el medio millón de pesos, otros relatan que se les facturó un “cuatrimestre completo” sin explicación, y no faltan los que denuncian errores groseros en los medidores.
“¡Me pusieron cualquier cosa en la factura! Así son. Cobran cualquier cosa, es una estafa”, se quejó una vecina del casco urbano. “Nos llegó una boleta de 200 mil pesos. Tenemos un medidor que debe tener 50 años. Pésimo servicio”, agregó otro usuario, denunciando el estado obsoleto del equipamiento que, según indican, no recibe mantenimiento desde hace décadas.
El malestar crece entre los vecinos, que aseguran sentirse abandonados por la empresa y desprotegidos por las autoridades. “Tengo que pagar 289 mil de un solo mes, y eso que venía pagando bien. Pero cuando llamás te dicen que te están cobrando un cuatrimestre. ¿Cómo puede ser? Pagamos mes a mes y aparte un cuatrimestre. Es un abuso. Hace dos meses pagaba entre 6 y 9 mil pesos”, contó otra damnificada, furiosa.
Las oficinas de atención de EDELAP también son objeto de fuertes críticas. “Fui a reclamar personalmente y nadie sabe qué hacer ni cómo resolver nada”, relató una usuaria que asegura haber ido tres veces sin lograr una respuesta concreta. Otra persona denunció haber recibido una factura con 50 mil pesos de más, lleva una semana intentando comunicarse con la empresa y se niega, con razón, a pagar por algo que no consumió. “Te atiende un sistema automático que no soluciona nada. Nadie contesta los teléfonos. Es una falta de respeto total”, remarcó.
Ante la falta de atención de la distribuidora, muchos usuarios comenzaron a recurrir al OCEBA. El organismo provincial, encargado de controlar a las prestatarias eléctricas, recibió decenas de denuncias en los últimos meses por parte de usuarios platenses que acusan a EDELAP de facturar consumos inexistentes, aplicar tarifas desmedidas y desoír los reclamos.
Sin embargo, los vecinos aseguran que las respuestas del organismo no llegan con la rapidez ni la contundencia esperada. “Hice la denuncia en OCEBA, pero mientras tanto me siguen llegando facturas imposibles de pagar. Si no abono, me cortan la luz. ¿Qué hace uno en ese caso? Estamos atrapados”, expresó una mujer del barrio San Carlos.
En este contexto, distintos colectivos vecinales están organizando acciones conjuntas y presentaciones formales para exigir la intervención del gobierno provincial y una auditoría sobre el funcionamiento de la empresa. “No puede ser que una familia trabajadora tenga que elegir entre comer o pagar la luz. Los aumentos son un atropello”, reclamó uno de los referentes barriales.
La polémica se da en medio de cambios en la cúpula directiva de EDELAP. Hace algunos meses, la empresa nombró como nuevo Gerente General de Operaciones a Diego Massera, ingeniero electricista egresado de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) en 1995. Massera cuenta con una larga trayectoria en la compañía: ingresó en 1996 como Director de Operaciones y mantuvo ese cargo hasta 2019, cuando pasó a formar parte del Grupo DESA, el conglomerado que controla a EDELAP y a otras distribuidoras del país, como EDEA, EDEN, EDES, EDESA y ESED.
El Grupo DESA ha sido objeto de numerosas críticas por su política tarifaria y por el deficiente mantenimiento de la infraestructura eléctrica. En el caso de EDELAP, los vecinos sostienen que las inversiones prometidas nunca se concretaron, y que los cortes de suministro, especialmente durante los picos de calor o tormentas, se repiten año tras año sin que haya mejoras visibles.
“El problema no es solo la boleta: es el abandono general. Se corta la luz cada dos por tres, los transformadores explotan, y encima te cobran como si estuvieras en un hotel cinco estrellas”, ironizó un comerciante del centro platense.
Diego Massera, gerente de Edelap
Mientras tanto, los testimonios se acumulan y la bronca crece. Muchos usuarios aseguran que ya no confían en los mecanismos de reclamo tradicionales. “Presenté notas, reclamos online, fui a las oficinas y nada. Siempre te dicen que van a revisar, pero nunca llaman. Te obligan a pagar para no quedar en mora. Es una extorsión”, denunció otra vecina.
El aumento sostenido de las tarifas golpea especialmente a los sectores más vulnerables. “Soy jubilada, cobro la mínima. No puedo pagar 200 mil pesos por mes de luz. Es una locura. Si no pago, me cortan el servicio. ¿Dónde está el Estado?”, cuestionó una usuaria que se acercó al OCEBA buscando asistencia.
En medio de esta crisis, los vecinos reclaman que se revise la estructura tarifaria, se actualicen los medidores y se garantice un sistema de atención transparente y accesible. También piden que el gobierno bonaerense intervenga para frenar los abusos y auditar a fondo la facturación de la empresa.
Por ahora, EDELAP guarda silencio. Ni comunicados oficiales ni explicaciones públicas fueron emitidas respecto de los incrementos denunciados. La desconfianza crece y la sensación de impunidad se extiende.
“Queremos pagar lo que corresponde, no lo que se les ocurra cobrar. No pedimos regalos, pedimos justicia”, concluyó una vecina, resumiendo el sentir de miles de usuarios que hoy miran sus boletas con angustia y rabia.