En una jornada que parecía apuntar al clásico platense como el momento de reactivación, Alejandro Orfila se dejó de ser el DT del Lobo. La dirigencia de Gimnasia anunció su salida tras una serie de resultados adversos y comunicó queFernando Zaniratto, actual técnico de la Reserva, estará al mando de forma interina.
Las cifras no lo acompañaron: en doce partidos dirigidos, Orfila acumuló apenas cuatro victorias, un empate y siete derrotas, sumando un total de 13 puntos, lo que representa una efectividad del 36,11 %. Un rendimiento que, curiosamente, se asemeja al de su predecesor, Diego Flores, quien tuvo un desempeño casi idéntico antes de ser desplazado del cargo.
El bajo rendimiento no solo preocupa por los números. También existe malestar dentro del plantel, donde algunos jugadores de peso habrían manifestado disconformidad con las decisiones del cuerpo técnico. El desgaste interno y la falta de conexión en el vestuario agravan una situación que ya era frágil por los resultados.
Ruptura interna en GImnasia y clima previo al clásico
Según trascendió, varios integrantes de la Comisión Directiva consideraron que el ciclo de Orfila está agotado. La derrota ante Talleres fue un golpe que aceleró los tiempos. Con el clásico platense a la vuelta de la esquina, la tensión se multiplicó en El Bosque.
El malestar de la hinchada se hizo sentir y el clima previo al duelo con Estudiantes se volvió un hervidero. El entrenador, que había llegado con el objetivo de ordenar al equipo y consolidar una identidad de juego, hoy enfrenta un escenario completamente opuesto.
Mientras tanto, el Lobo se juega mucho más que tres puntos. En la antesala del partido más importante del semestre, el equipo no solo buscará recuperar confianza, sino también ponerle un fin a la inestabilidad que golpea al club en los últimos años.
El comunicado de Gimnasia anunciando la salida de Orfila
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