El conjunto albirrojo le dio le despedida final al ídolo club, que jugó toda su carrera en Estudiantes y fue DT en dos ocasiones
Estudiantes y un último adiós a Miguel Ángel Russo
Marina EspecheMiguel Ángel Russo, cumpliendo así con uno de los últimos deseos del histórico entrenador. En un acto íntimo, familiares y allegados del exdirector técnico se acercaron hasta el campo de juego para esparcir parte de sus restos, en el mismo lugar donde Russo inició su carrera como futbolista profesional y donde siempre fue recibido como uno de los suyos.
El homenaje se realizó en silencio, sin discursos ni estridencias, tal como el propio Miguel había pedido en vida. Sobre el verde de Estadio UNO, donde debutó con la camiseta albirroja en los años setenta, sus cenizas se mezclaron con el césped que lo vio crecer. “Quiero volver a Estudiantes”, había repetido en más de una oportunidad, y finalmente su deseo se hizo realidad, en la manera más simbólica y eterna posible.
Aunque otras porciones de sus cenizas también serán esparcidas en La Bombonera, Lanús y Rosario Central, fue el Estadio UNO el punto de partida elegido para esta última travesía. No se trata solo de un homenaje: es el reconocimiento a quien supo representar los valores del club dentro y fuera de la cancha.
El estadio, silencioso pero lleno de memoria, se convirtió por unas horas en un santuario. Allí, donde todo comenzó, Miguel Ángel Russo volvió a casa. Y con él, una parte de la historia de Estudiantes de La Plata encontró su cierre más justo y emotivo.
Russo fue mucho más que un jugador surgido en las inferiores del club: fue parte de una generación que mantuvo vivo el espíritu competitivo y el sentido de pertenencia que caracteriza a Estudiantes de La Plata. Su trayectoria, marcada por la disciplina, el respeto y el trabajo, siempre llevó consigo la impronta albirroja. Incluso en sus años como entrenador, cada vez que pisaba el estadio, los hinchas lo recibían con gratitud y admiración.
En la despedida, se vivió un profundo silencio. Los presentes —entre ellos familiares, exjugadores y allegados al club— se reunieron en torno al círculo central, donde se depositaron las cenizas. Luego, el grupo recorrió parte del campo, cerrando un momento que quedará grabado en la historia institucional.