El desarrollo de los deportes acuáticos en la región de La Plata, Berisso y Ensenada cada vez cobra más impulso. Aunque por cuestiones económicas se puede hacer difícil hacer frente a los mismos, muchos se las ingenian para poner elementos sobre el agua, como puede el JetSki.
Tan importante viene siendo el desarrollo de la actividad, que de cuna platense tenemos a un campeón sudamericano. Fernando Javier Bianchi Tarquino visitó la redacción de El Editor Platense para hablar sobre su experiencia en la moto de agua, en una disciplina que combina velocidad, camaradería y conexión con el agua.
Fernando, quien hoy forma parte de un equipo consolidado en las competencias de JetSki, recordó que su incursión en este deporte fue casi casual. “Un amigo me llevó a probar, lo vi corriendo y le dije: ‘¿Me puedo sumar?’. Y así arrancó, de forma natural”, contó. “Siempre me gustó el JetSki, lo miraba desde chico, aunque antes se corría más en el mar. Ahora, en el río, es diferente, pero igual de emocionante”, agregó.
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Antes de subirse al JetSki, Bianchi Tarquino no era un deportista de alto rendimiento. “Jugaba al básquet hasta los 18, después algo de cuatriciclo y fútbol con amigos, pero nada serio. No soy de ir al gimnasio ni de entrenar estrictamente”, admitió.
“Es algo nuevo, la competencia, la velocidad. Me gustó y le metí cada vez más, tanto al JetSki como a prepararme físicamente”, aseguró. “Es algo nuevo, la competencia, la velocidad. Me gustó y le metí cada vez más, tanto al JetSki como a prepararme físicamente”, aseguró.
El Río de la Plata formó una familia
Fer forma parte de un equipo con más de 20 años de historia, integrado por 10 a 12 competidores, desde jóvenes hasta familias enteras. “Hay chicos más grandes y más chicos que yo. Está un amigo con su hija, que fue campeona sudamericana en una categoría menor. Somos como una familia”, describió. Las carreras, muchas de las cuales se disputan en Uruguay, como el evento Triple Corona (Paysandú, Mercedes y una tercera fecha entre enero y marzo), son también una excusa para compartir fines de semana con amigos y seres queridos. “Mi novia viene, la mujer de otro compañero con su hija, el mecánico que a veces corre. Es mucha camaradería”, destacó.
A pesar de su pasión, el hombre reconoce que el JetSki es un deporte amateur que se sostiene a pulmón. “Todo sale de mi negocio, no tenemos grandes sponsors”, explicó. Sin embargo, cree que con más visibilidad el deporte podría atraer apoyo. “Falta que sea más viral, más conocido. Eso atraería marcas grandes y más competidores”, reflexionó. En los torneos sudamericanos, como los que se disputan en Uruguay, se reúnen pilotos de Argentina, Brasil y Chile, lo que genera fines de semana vibrantes y competitivos.
Por último, el joven habló de que es lo que más le gusta de este deporte. “Es pura adrenalina. El agua, la velocidad, el ruido del motor. Es como desconectarte de todo y estar 100% concentrado en la carrera. Pero al mismo tiempo, sentís la libertad del agua”, cerró.
Fotos: Marina Espeche.