Para las personas que ya pintan algunas -o bastantes- canas en la cabeza, hablar de Miguel Ignomiriello es mencionar a una institución viva entre los clubes más importantes de la ciudad de La Plata. Tanto Estudiantes como Gimnasia le deben mucho a Don Miguel, que supo forjar jóvenes de mucho valor, dejando un legado también en Rosario.
Las inferiores del Lobo lo vieron crecer. Allí, sentó las bases del mítico "Lobo del 62", mientras que en el Pincha provocó un punto de inflexión, allí pudo forjar a la "La Tercera que Mata", el equipo campeón de 1965.
Juan Ramón Verón, Bocha Flores, Alberto Poletti, Carlos Pachamé, Cacho Malbernat, Pelusa Bedogni, Bambi Flores, Juan Echecopar, Ramón Aguirre Suárez y Hugo Medina, entre otros, fueron el grupo base que tres años más tarde levantó la Copa Intercontinental ante el Manchester United.
En el León, Ignomiriello fue clave para llegada como director técnico de Osvaldo Zubeldía, ya que Mariano Mangano depositó en él la confianza para elegir al Zorro como entrenador.
Miguel Ignomiriello, una institución
El trabajo de Don Miguel no solo fue clave en nuestra ciudad. En Rosario Central y Nacional de Montevideo el DT dejó una huella imborrable, sentando las bases para equipos que marcaron época.
Lo mejor de Ignomiriello es su capacidad para formar jugadores y su visión estratégica, lo que catapultó a ser una figura respetada y querida en cada club que pisó.