Luis Álvarez Gelves fue uno de los grandes referentes de la gestión de Juan Sebastián Verón en los últimos tiempos, siendo una persona clave por la llegada a los fanáticos de Estudiantes de La Plata. El exdirigente hizo un trabajo impresionante para formar filiales en el interior del país y que el club pueda superar la cifra de lo 50.000 socios.
En una visita a la redacción de El Editor Platense, Gelves hizo hincapié justamente en el impacto transformador de su trabajo con las agrupaciones, un esfuerzo que comenzó en 2007 con el movimiento “Estudiantes para Todos”. Este grupo, creado con el objetivo de apoyar una eventual candidatura dirigencial de Verón, impulsó una visión de un club más abierto, participativo y cercano a los socios, rompiendo con la tradición conservadora de la institución.
“Queríamos un Estudiantes que exalte las vivencias de los hinchas, especialmente los que están lejos. Funcionábamos como club chico, con humildad, a pesar de ser grandes”, comenzó el exdirigente. Este enfoque se tradujo en eventos masivos, como cenas de aniversario accesibles para más de 1.000 personas, charlas con figuras como Víctor Hugo Morales y Raúl Gámez, y una campaña de socios que alcanzó los 50.000, con un fuerte impulso de hinchas del interior del país. “La gente respondió porque nos ocupamos de ellos, de los socios militantes, de sus historias”, destacó.
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Los viajes al interior fueron un pilar de esta misión. Gelves relató visitas a lugares remotos como Amaicha del Valle (Tucumán), Corral Quemado (Catamarca) y Tilcara (Jujuy), donde las filiales, algunas creadas en homenaje al equipo campeón de 1968, recibieron al club con emoción. “En Catamarca, un socio histórico nos confirmó que su club, fundado en 1967, fue en honor a Estudiantes. Imagínate lo que era en esa época, sin conectividad, seguir al club por Radio Nacional”, contó.
En Tilcara, la presencia de la Brujita y glorias como Juan Ramón Verón consolidó lazos con comunidades alejadas, como la filial de Tumbaya, creada en 2006 tras una visita a la Virgen que inspiró al equipo del Mundial 86.
Trabajo a destajo por y para Estudiantes
El trabajo con las filiales no solo fortaleció la identidad pincharrata, sino que creó lazos humanos profundos. “Se formó un grupo, Pinchas de la Patria, que hace viajes solidarios a merenderos y escuelas rurales. Es más que fútbol, es comunidad”, afirmó. Su labor incluyó eventos culturales y educativos, como charlas en Puerto Madryn con las Pinchas Feministas y actividades en merenderos, reflejando el compromiso del club con la educación y la cultura.
A pesar de su salida de la comisión, Gelves sigue colaborando con las filiales, ayudando con logística y manteniendo relaciones de amistad, como ser padrino de la hija de un referente de Tilcara. “No pregunto por qué me sacaron, como no pregunté por qué me pusieron. Mi compromiso es con los hinchas”, aseguró, atribuyendo su salida a un cambio generacional y a la profesionalización de las áreas del club.
Mirando al futuro, el exdirigente es optimista pero realista. “Estudiantes debe seguir creciendo, pero ningún club puede sostener un déficit crónico de millones de dólares. Hay que mantener lo logrado, como el estadio, y trabajar en los barrios. La ciudad es aluvional, con mucho potencial, pero el contexto económico es duro”, reflexionó. Sobre el caso reciente de Foster Gillett, evitó profundizar, pero subrayó la necesidad de una oposición constructiva que enriquezca la gestión. “ No se trata de tirar piedras, sino de aportar para crecer. Si la pelota entra, todo brilla; si no, aparecen las miserias”, concluyó.
Con un legado de pasión y compromiso, Luis Álvarez Gelves sigue siendo un puente entre Estudiantes y sus hinchas, demostrando que el club es mucho más que fútbol: es una familia.