A través de sus redes sociales, Inés Estévez suele compartir parte de su vida cotidiana junto a sus dos hijas, Vida y Cielo, fruto de su relación con Fabián Vena. Por el cumpleaños de 15 de la menor, la artista le dedicó una sentida carta la importancia de hablar sobre discapacidad y la aceptación.
Con un video de la niña acostada en un sillón, la actriz escribió: "Soy Cielo. Hoy cumplo 15. No puedo hablar, pero mi mamá y los que me cuidan me entienden todo. Hago ruiditos que a veces me ayudan a que las personas entiendan, pero a veces hay otras que se asustan. Pobres. No saben”.
Y continuó: “Me gusta el agua, los viajes en auto, la naturaleza, la música (no cualquiera), algunos dibujitos y algunas películas. Me encanta la joda y los gritos de alegría. Me hacen mal los gritos de enojo y cuando los nenes o nenas lloran”.
A su vez, en el escrito mostró cómo su hija logra expresar su malestar. “A veces doy manotazos cuando no quiero algo o quiero algo y no puedo decirlo. A veces me muerdo la mano cuando no me entienden. A veces apoyo la cabeza en mi brazo sobre la mesa y lloro apenas. Eso pasa muy pocas veces, tres o cuatro veces al año. Nada”, manifestó.
"En general soy feliz. Me río mucho cuando a alguien se le caen las cosas, me fascina ver chicos patinando o en skate. Si se caen me divierto como loca. Esto que estoy haciendo en este video es una caricia que le pedí una noche a mi mamá, ella entendió y me la hace cada vez que le doy el brazo, antes de dormir. Un día descubrí que podía hacerlo yo misma. Me calma. Disfruto”, agregó.
Al hablar sobre el vínculo madre e hija, en la carta se refirió a sus costumbres. “Ella me alza a upa, ya estoy grande y peso mucho, pero cuando me desregulo, ella me alza y nos quedamos abrazadas un rato. Le doy besos como puedo y ella se ríe y me dice te amo”, comentó.
Y, además, contó una situación que vivió en un negocio: “Hace unos días en la verdulería, tres nenas se asustaron de mis ruidos y mi mamá les explicó lo que pasó cuando nací y por qué soy así y que soy buena y que ‘no hago nada’. La nena más grande empezó a sonreír”.
Sobre el final, reflexionó: “Yo pienso que no debería hacer falta andar explicando cosas para que la gente sepa que ‘no hacemos nada’. Somos todos distintos. Pucha. ¿Cuándo lo van a entender? Feliz cumpleaños a mí“.
Vida y Cielo llegaron a la vida de Inés y Fabián mediante la adopción. A través de sus redes sociales, la actriz ha contado distintas escenas de su maternidad, vinculadas también a la discapacidad, ya que las niñas tienen retraso madurativo y parálisis cerebral respectivamente.