El ex presidente Alberto Fernández volvió a ser noticia este miércoles, aunque por un triste motivo, que nada tiene que ver con su paso por la Casa Rosada. Con profundo pesar, el ex presidente despidió a Dylan, el Collie que lo acompañó en la Quinta de Olivos entre 2019 y 2023 y que murió este miércoles.
"Aunque tal vez nunca te lo dije, siempre esperé que llegaras. Fuiste parte de mi vida, dándome lealtad, alegría y ternura. Me regalaste una amistad incondicional que solo algunos humanos me han dado", escribió Fernández en un posteo que contiene dos fotos: una hermosa captura de Dylan en el barrio de Puerto Madero, donde reside el ex mandatario, y otra en la que se los ve a ambos, en el living de la vivienda de Fernández.
"Compartimos momentos maravillosos colmados de una silenciosa paz y otros llenos de alegría y bullicio. En los últimos meses te fuiste apagando y hoy, con mucho dolor, te despido", agregó.
Por último, en su mensaje de despedida, el ex presidente llamó a Dylan "mi entrañable amigo", y le agradeció "por tanto amor, que creo haber correspondido. Ahora correrás en algún paraíso en el que, seguramente, volveremos a encontrarnos. ¡Hasta siempre, amado Dylan!", cerró.
Alberto Fernández y la interna peronista
El exmandatario reapareció días atrás en un canal de stream y se despachó con un temario amplio, centrado en la actualidad del peronismo después de la derrota legislativa. Fernández defendió al gobernador bonaerense Axel Kicillof, al que calificó como un “buen gobernador” y destacó su “inteligencia y preparación”.
Sin embargo, lamentó la adversidad que enfrenta el mandatario provincial, acusando al Gobierno nacional de intentar hacerle la vida más difícil y de no recibir el apoyo necesario desde su propio partido. “Lo que yo no me perdono es que nosotros ayudemos al Gobierno haciéndosela más difícil a Axel”, expresó.
El ex jefe de Estado advirtió que los conflictos internos del peronismo, agudizados tras la reciente derrota electoral de medio término, no se limitan a disputas de nombres, sino que tienen un impacto directo sobre las estructuras institucionales.
En particular, señaló que estas divisiones podrían afectar el alineamiento de los legisladores nacionales, lo que, a su juicio, complicaría seriamente la gobernabilidad en la provincia de Buenos Aires.