Un hecho insólito y cargado de tensión tuvo lugar esta mañana en la intersección de las calles 39 y 121, en el barrio Hipódromo de La Plata. Alrededor de las 9.00, un vehículo colisionó con un caballo que circulaba en contramano, montado por un hombre que, tras el impacto, perdió el control del animal y huyó corriendo tras él.
Según el relato del damnificado, quien prefirió resguardar su identidad, todo ocurrió cuando se disponía a doblar desde 39 hacia 121 para regresar a su domicilio en calle 38. "Me fijé que no viniera ningún auto por 39, doblé y de repente me encontré con un hombre galopando un caballo en contramano. El caballo se asustó, se cayó sobre el capó y después salió corriendo hacia 38", explicó
El episodio tomó un giro aún más sorprendente cuando una vecina, testigo del hecho, comenzó a gritarle al conductor, responsabilizando por el accidente. "Me dijo que esto es barrio Hipódromo, que los caballos pueden hacer lo que quieran y que la culpa es del auto", relató, visiblemente frustrado.
Tras el impacto, el jinete, descrito como un hombre joven, salió corriendo detrás del caballo, que se dirigió hacia la zona de 38 entre 120 y 121, según la sospecha del damnificado. "El capó quedó destrozado. Imagínense un animal de ese tamaño cayendo encima", lamentó.
Jueves sin carreras en el Hipódromo de La Plata
El Hipódromo de La Plata sumó un nuevo capítulo de incertidumbre. Las carreras previstas para este jueves fueron suspendidas y los vareos matutinos también quedaron cancelados, como consecuencia de una medida de fuerza impulsada por jockeys, profesionales y vareadores que reclaman mejoras.
La familia del Turf vive un conflicto debido a la falta de una cobertura médica privada, una solicitud que cobró más fuerza luego del accidente que tuvo como protagonista a Juan Ignacio Pintos, de 26 años, que sufrió una violenta caída durante una competencia que le provocó múltiples fracturas y un cuadro de neumotórax.
Lo que más llamó la atención fue el tiempo que transcurrió hasta que una ambulancia llegó al lugar: según testigos, pasaron cerca de 30 minutos antes de que el jockey fuera trasladado, un lapso que muchos consideran inadmisible.