El estado de abandono del Cementerio de La Plata no expone solo la falta de inversión en infraestructura sobre el predio de avenida 72 y 131, sino que también lo convirtió en un terreno fecundo para la delincuencia. La inseguridad mantiene en vilo a los visitantes que también denunciaron el robo de placas de bronce y lápidas en los sitios donde descansan sus familiares. Desde el Municipio anunciaron la contratación de más de 10 agentes de seguridad privada, pero sólo desembarcaron tres.
Durante los últimos meses, el cementerio de La Plata acumuló una seguidilla de hechos de inseguridad contra los trabajadores y visitantes que obligaron a los cuidadores a cerrar las puertas del predio. “Están robando como loco en el cementerio, las personas tienen que dar toda la vuelta para ingresar. Cerraron los portones por falta de seguridad en el cementerio hace más de dos semanas. Fuimos a hablar con el director, pero nadie te da bola”, expuso entonces un cuidador del cementerio en diálogo con El Editor Platense y aseguró que los ataques también afectaban a los floristas de la zona.
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"Con las tumbas rotas, les roban los floreros. Da tristeza ver cómo están nuestros seres queridos", expresó una vecina de la zona, quien recordó que desde hace larga data las bóvedas son blanco de constantes ataques. Los delincuentes suelen aparecer durante la madrugada madrugada para sustraer placas de bronce, cruces y otros objetos de valor, a pesar de la presencia de vigiladores hasta altas horas de la noche. Además, denuncian que abren nichos y sustraen floreros y otros elementos.
El robo de bronce está motivado principalmente por el valor económico del metal, el cual es llevado a metaleras para venderlo por un precio relativamente alto. Esta modalidad se replica también puertas afuera del camposanto, donde los delincuentes atacan contra cables, caños y otros elementos de este tipo.
La seguridad fantasma del cementerio de La Plata
En un intento por frenar los ilícitos y mejorar las condiciones del predio, el Municipio incluyó al predio que se extiende desde 131 hasta 137, y de 72 a 76, en una licitación para contratar seguridad privada para cubrir la vigilancia de múltiples espacios correspondientes a la Comuna.
La Licitación Pública N° 57/2024 fue impulsada por el intendente Julio Alak y el Secretario de Seguridad, Diego Pepe, a fines del año pasado destinando un presupuesto de $1.800 millones de pesos para contratar a 150 agentes de seguridad privada durante un año para prevenir ilícitos en espacios públicos municipales. A fines de enero, la Comuna adjudicó la licitación a la cooperativa “El Custodio LTDA”, la misma que presta servicios en plazas y otras dependencias comunales.
De acuerdo al proyecto, el Municipio destinaría 14 agentes al cementerio municipal que cumplirían turnos de 8 horas para monitorear todos los rincones del predio durante las 24 horas del día. Sin embargo, los trabajadores del predio denuncian que “solo hay dos o tres” cooperativistas y que el grueso del personal de seguridad es municipal, quienes no cuentan con el material necesario para prestar el servicio y perciben “salarios de miseria” a pesar de que durante los últimos meses se actualizaron los haberes.
Si se realiza un cálculo con las cifras expuestas en el documento oficial, el presupuesto contempla el pago de 12 millones de pesos por cada agente de seguridad. Por lo tanto, si -como denuncian desde adentro de la necrópolis- hay menos de un cuarto del total de los agentes contemplados, habría más de 120 millones de pesos sin un destino claro, mientras la inseguridad no da respiro en la necrópolis y sus inmediaciones.