Se exige que la ciudad cumpla con un principio básico: el de la igualdad de acceso y circulación para todos sus habitantes. La falta de rampas es un problema que afecta directamente el derecho a la educación, al trabajo, a la salud y a una vida autónoma. Quienes se desplazan en silla de ruedas, o acompañan a alguien que lo hace, se enfrentan a una situación hostil, donde cada cuadra puede volverse un desafío y cada trayecto, una odisea.
Salvador se moviliza en un andador entrenador de marcha y, todos los días, junto a sus padres Luciano Granea y Yésica Rincón, enfrenta la falta de infraestructura para asistir a la Escuela N°89 “Juan Zorrilla de San Martín”, de 520 entre 5 y 5 bis. En las cuadras que lo separan de su vivienda, no hay rampas (a excepción de calle 4), lo que dificulta notoriamente el andar. “Mi nene hace un esfuerzo enorme para subir las veredas sin rampas y el caminador se está rompiendo. Ya no damos más ”, aseguró Luciano, el padre del niño, quien además llegó a planificar él mismo la construcción de rampas para su hijo. "Él necesita ayuda para subir, no puede solito. En la única calle que tiene rampa, sube solito como si nada, como debería ser", había revelado.
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Salvador, el nene de La Plata con discapacidad que pide por rampas
El Editor Platense
Lo cierto es que la historia de Salvador recaló en autoridades de la Comuna que, según pudo saber El Editor Platense, le prometieron a la familia del nene la realización de las rampas dentro de las próximas tres semanas. “Una empresa privada se contactó conmigo y ofreció donarlas, pero la Municipalidad no puede recibir donaciones. Ellos ya tienen contemplado un esquema de trabajo y me dijeron que ellos mismos las iban a comprar”, explicó Luciano, un poco más tranquilo con la posibilidad que su pequeño pueda movilizarse con menos obstáculos.
Salvador es uno de los 16.890 platenses que cuenta con Certificado Único de Discapacidad y uno de los 5.683 personas con una disfunción motriz, según la Dirección de Acceso e Inclusión en Salud provincial. Pero, para la familia Granea es único: “Salvador es un ejemplo. Para él es una práctica para que el día de mañana camine sin la ayuda externa”, manifestó también su mamá.
Cabe mencionar que en La Plata, las escuelas están sujetas a leyes y normativas que promueven la accesibilidad para personas con discapacidad, incluyendo la instalación de rampas. Estas normativas, como la Ley Nacional Nº 22.431 y la Ley Provincial Nº 10.592, establecen requisitos para garantizar el acceso a edificios públicos, incluyendo escuelas, para personas con movilidad reducida, hecho que no se está cumpliendo y no sólo en este caso, por eso, es importante recalcar la respuesta de la Comuna, desde donde afirmaron a este medio que la semana próxima se comenzará con la colocación de las rampas en la Av. 520.
La lucha y el compromiso de las familias
A raíz del caso de Salvador, El Editor Platense se comunicó con miembros de organizaciones que trabajan para crear una ciudad accesible, empezando desde la educación inclusiva y así, promover e incidir para que todas las personas con discapacidad puedan llevar una vida independiente. Entre uno de los objetivos que plantean desde Asociación Azul es que el Estado debe garantizar el acompañamiento para que puedan ser incluidas en la comunidad, como así también, que el recibir asistencia personal esté al alcance de todos los que lo necesiten.
En ese sentido, en La Plata son múltiples los factores que interfieren en esto y hacen que pese a las obras que se realizan, siga siendo un ámbito que no está preparado para que las personas requieren algún tipo de asistencia puedan circular con normalidad. Sobre esto, Silvia, una frentista que es ciega aseguró que la falta de rampas es un gran problema: “Las poquitas que hay están muy en el centro, afuera, no hay rampas, pero si las hay, las veredas están destrozadas entonces se hace difícil igualmente. Si una persona con silla de ruedas sale de su casa y la vereda está toda rota, ya tiene la primera barrera”, recalcó.
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En esa línea, ejemplificó con una de las zonas que tiene gran flujo de tránsito y que está en pleno centro, como es la Estación de Trenes, la Terminal de Ómnibus y diagonal 80 “están destruidas las veredas y, si hay rampas tenés que esperar a que se corra el auto que la está obstruyendo, porque siempre pasa”.
En particular este medio dialogó con Elena Dal Bo, miembro de Asociación Azul en La Plata, quien además es madre de un chico que es usuario de silla de ruedas y habló sobre cómo afecta en la vida cotidiana de las personas, la falta de accesibilidad en todos los ámbitos de la ciudad, haciendo énfasis también en que en el centro de la capital bonaerense sí hay pero, en las periferias no. “Las rampas que existen no están cuidadas y además, muchas veces en la entrada de las mismas, en la calle, se arman charcos enormes, se ensucian las ruedas y es un hecho complicado”, contó.
Otro punto que le pareció importante nombrar es el estado de las veredas: “Se han arreglado algunas pero es una cantidad enorme las que están destruidas”, en tanto, recordó que “ si bien son responsabilidad de cada dueño, la Municipalidad podría hacer alguna estrategia para mejorarlas”.
En esa línea contó que lograron que se incorporen más colectivos adaptados pero, “aún falta que las garitas sean accesibles; que el micro pare correctamente; que el chofer esté capacitado sobre cómo se manejan las distintas discapacidades y cómo subir a alguien en silla de ruedas y atarla en su lugar”. Sobre esto, indicó que hubo un proyecto de capacitación con el Ministerio de Transporte bonaerense pero fue interrumpido y no se le dio más seguimiento.
Por otra parte, le pareció pertinente hablar del resto de las diversidades, como la cognitiva que requieren de señalética para andar y “eso no se respeta”. Otra situación que no se respeta es la cantidad de autos que estacionan en sitios reservados o bien, sobre las rampas. Mencionó así que la ordenanza municipal 9758 del 28-7-2004 establece que hay lugares reservados para vehículos de personas con discapacidad para estacionar en las calle transversales a calle 12, pero, en el último tiempo, en calle 58, han superpuesto los carteles de carga y descarga con los de reserva de estacionamiento, por ende los ocupa cualquiera.
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La respuesta del municipio platense
Dentro del organigrama municipal existe la Dirección General de Integración Social, que se encarga de “proponer políticas públicas destinadas a promover el cumplimiento efectivo de los Derechos de las Personas con Discapacidad”. Esta depende de la Subsecretaría de Protección y Promoción de Derechos de la Secretaría de Desarrollo Social Municipal.
Sobre esta problemática, fuentes de la Municipalidad de La Plata aseguraron a este medio que de la mano con “el compromiso por la recuperación del espacio público, en cada obra que intervenimos, partimos de la base de que la ciudad tiene que ser un lugar accesible y representativo de quienes lo habitan”. Por eso se contempla que “no solo se trabaja sobre la conservación del patrimonio tanto urbano, cultural y forestal, sino también el diseño de la ciudad para que sea accesible a todos”.
En tanto, recordaron que las obras en las plazas, Rocha, Italia y San Martín, cuentan con rampas para personas con discapacidad en los cruces peatonales y en los sectores de juegos se cuenta con juegos inclusivos. Como así también, “el plan de Mantenimiento urbano, que se encuentra en curso, contempla la provisión y colocación de rampas premoldeadas para cruces de calle en toda la ciudad, que se van colocando a medida que se realizan obras”. Lo mismo sucede con la puesta en valor del Pasaje Dardo Rocha, donde hasta sus baños se están acondicionando y también, con las 80 escuelas que se están remodelando las cuales contemplan la construcción de rampas.
De la mano con lo reclamado anteriormente, desde Calle 12 aseguraron que van a implementar el Programa “Veredas Sanas”, “para incentivar a los frentistas a mantenerlas en buen estado, mediante instrumentos y beneficios fiscales”.