El grupo de habitantes de la región mostró su malestar por la decisión de tirar abajo el espacio ubicado en un punto neurálgico de La Plata
La noticia de la inminente demolición del emblemático inmueble donde funcionó el bar Wilkenny, en la esquina de 11 y 50 en La Plata, desató una ola de críticas por parte de una organización vecinal. Denuncian que es una nueva embestida contra el patrimonio arquitectónico de la ciudad.
El grupo en cuestión es Defendamos La Plata, que acusó a las autoridades municipales de contradecir sus propios compromisos y normativas vigentes. El edificio, un ícono del casco fundacional platense, cuenta con una Protección Contextual establecida por el Decreto 1579 de 2006, que lo resguarda junto a tres parcelas contiguas sobre calle 50. Según trascendió, esta categoría patrimonial prohíbe su demolición o la construcción de torres encima, permitiendo únicamente modificaciones internas.
"Es curioso y alarmante que, a pesar de esta protección, se haya autorizado su destrucción", señalaron en un escrito. "Quien dictó la protección en 2006 y ahora avala su demolición es el mismo Julio Alak, ignorando un decreto que sigue vigente y el compromiso asumido por la Municipalidad de preservar los bienes catalogados", apuntaron.
Este compromiso, recordaron, fue ratificado ante la Suprema Corte de Justicia Bonaerense tras una sentencia derivada de una demanda por inconstitucionalidad, en la que se comprobó el incumplimiento de leyes nacionales, provinciales y municipales por parte de las autoridades. El inmueble del Wilkenny, testigo de innumerables historias, forma parte del Catálogo de Bienes Patrimoniales creado hace casi dos décadas para proteger el legado arquitectónico del casco histórico.
En 2023 dejó de funcionar bajo su nombre original y abrió Match, buscando llegar a otro tipo de público. Vale mencionar que los mismos dueños de este espacio también levantaron uno en el centro de Bariloche, pero que también cerró sus puertas en los últimos años.