Tanto el 20, 25 y 27 de febrero de 2025 Alberto Beto Márcico y su hijo Lucas deberán presentarse para el juicio oral en su contra acusados de estafar a varias personas mediante la venta de departamentos. Quien fuera jugador de Gimnasia entre 1996 y 1998 aunque más reconocido por su etapa por Boca y Ferro está siendo investigado desde hace más de una década y entre sus denunciantes está el exarquero de Estudiantes Martín Herrera.
Tras investigación a cargo del fiscal Andrés Madrea, fueron procesados sin prisión preventiva por el magistrado Fernando Caunedo y ahora irán a juicio bajo la causa de defraudación por desbaratamiento de derechos acordados, cometida en forma reiterada, en un total de 22 ocasiones. Sufrieron cada uno embargos por 1,8 millones de dólares y dos millones de pesos.
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Acusado de estafar a un excompañero
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Herrera, que estuvo en el Pincha entre 2003 y 2006, fue compañero de él entre 1992 y 1994, cuando Beto jugaba en Boca: dicha confianza se rompió luego de abonarle por cinco departamentos y un local comercial en tres edificios que estaban construyendo y cuales nunca los tuvo. Un monto cercano a los 800 mil dólares, y lo terminó denunciando ¡hace 13 años, en 2011!
Una mujer, Marta Zulema Rondinella, lo denunció tras la compra de 15 departamentos y seis cocheras por cuales pagó 750 mil dólares pero nunca las tuvo: fue firmado en 2016 y los reclamos comenzaron en 2018. Acá “se verifica concurso ideal con el delito de defraudación por estelionato”, que en otras palabras es vender como propio un bien ajeno.
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¿Bajo que empresa aparecen él y su hijo? Según la denuncia, con la firma Edificio Migueletes. Comenzó en 2006 y anunció quiebra en 2018. Se lo ha denunciado por estos hechos, en donde departamentos que supuestamente tenía eran vendidos y luego revendidos a otras personas sin que ninguna pueda hacerse dueño del mismo.
¿Qué dice Márcico?
Según informó Infobae, Beto ofreció explicaciones antes de su indagatoria: dijo que, literalmente, nadie compró nada sino que le prestaron plata. “Se suscribieron boletos de compraventa con los nombrados en garantía del cumplimiento de las obligaciones del préstamo de dinero otorgado en cada caso; pero en ningún momento fue la intención de los querellantes adquirir los inmuebles. Es decir, no se les vendió ninguna propiedad, sino que prestaron dinero y les retornaron intereses. Frente a los avatares de la economía local, aún no se les devolvió el capital aportado y ello motivó el reclamo formulado”, asevera el documento presentado por su parte.