Fue una noche casi perfecta para Benjamín Domínguez que brilló y marcó el primer doblete de su carrera, pero su equipo el Bologna cayó 2-3 como local frente al Hellas Verona.
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Fue una noche casi perfecta para Benjamín Domínguez que brilló y marcó el primer doblete de su carrera, pero su equipo el Bologna cayó 2-3 como local frente al Hellas Verona.
Claro está pese a la bronca del resultado, los hinchas del equipo perteneciente a la ciudad del centro norte italiano quedaron rendidos ante la magia del pibe criado en las inferiores de Gimnasia. Es que el atacante platense marcó el 1-0 parcial, asistido por su compatriota Santiago Castro, con un golazo digno de su gambeta endemoniada. Ya en el segundo tiempo aprovechó un rebote fortuito para poner el 2-2 parcial, pero tras salir sustituido el conjunto visitante se quedó con el partido marcando un gol agónico.