Miguel Ignomiriello, artífice de la ‘Selección Fantasma’ y formador de la ‘Tercera que Mata’, recibió un merecido homenaje por su legado. De La Plata al mundo
La Cámara de Senadores de la provincia de Buenos Aires sancionó un proyecto que reconoce a Miguel Ignomiriello como Personalidad Destacada del Deporte. Este homenaje destaca la trayectoria del histórico entrenador de fútbol, nacido en La Plata el 11 de junio de 1927.
Ignomiriello inició su camino como entrenador en Gimnasia, pero alcanzó gran notoriedad en Estudiantes, donde formó la célebre “Tercera que Mata”, un equipo juvenil que marcó época. Su talento para desarrollar jóvenes promesas lo llevó a dirigir en clubes de renombre como Rosario Central y Nacional de Montevideo, además de formar parte del cuerpo técnico de la Argentina.
Uno de los hitos más recordados de su carrera fue su aporte en la preparación de la llamada “Selección Fantasma” en 1973, un equipo que enfrentó un desafío clave en las Eliminatorias para el Mundial de 1974. Ante la necesidad de vencer a Bolivia en la altura de La Paz, Ignomiriello, junto a Jorge Omar Sívori, diseñó una estrategia innovadora: concentró durante un mes y medio a un grupo de futbolistas jóvenes y poco conocidos, con Aldo Poy como figura destacada, en La Quiaca y Cuzco para aclimatarse a las condiciones extremas. El equipo, ignorado por la prensa y la AFA, recibió el apodo de “Fantasma” por su bajo perfil.
El 23 de septiembre de 1973, en el estadio Hernando Siles, la Selección logró una histórica victoria por 1-0 ante los locales, con gol de Oscar Fornari. Este triunfo fue decisivo para reposicionar al equipo en las Eliminatorias, allanando el camino hacia la clasificación al Mundial tras vencer a Paraguay dos semanas después.
Para las personas que ya pintan algunas -o bastantes- canas en la cabeza, hablar de Miguel Ignomiriello es mencionar a una institución viva entre los clubes más importantes de la ciudad de La Plata. Tanto Estudiantes como Gimnasia le deben mucho a Don Miguel, que supo forjar jóvenes de mucho valor, dejando un legado también en Rosario.