La Policía Federal de Brasil abrió una investigación contra la diputada federal Carla Zambelli, quien tiene una fuerte relación con el anterior mandatario, Jair Bolsonaro. Según la justicia, la funcionaria habría contratado a un hacker, identificado como Walter Delgatti, con intenciones de interceder en los comicios del año pasado.
Fue Delgatti quien reveló haber tenido una reunión con Zambelli en una estación de servicio en septiembre de 2022, semanas antes de que tuviera lugar la primera vuelta de las elecciones. En dicho encuentro, la funcionaria le habría ofrecido un puesto asegurado en el futuro si conseguía hackear los sistemas para “salvar la democracia, la patria y la libertad”.
El implicado confesó que no logró invadir el sistema del Tribunal Superior Electoral porque el código fuente de la máquina de votación electrónica estaba alojado en una computadora sin conexión a la red. No obstante, pudo acceder al sistema informático del Consejo Nacional de Justicia, plataforma que se encarga de gestionar un registro de las órdenes de prisión.
De esta manera, Delgatti estableció 11 órdenes de liberación falsas para personas que estaban privadas de su libertad, así como una orden de detención falsa contra el juez que supervisó las elecciones como presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE), Alexandre de Moraes, quien fue criticado por Bolsonaro. Para dar cuenta del hecho, el hacker entregó los recibos bancarios que reflejan un pago de 13.500 reales (unos 2.800 dólares), realizados a través de los asesores de la diputada del Partido Liberal.
Por su parte, Zambelli brindó una conferencia de prensa en la Cámara de Diputados, donde negó haberle pagado al sujeto para que presente una orden de captura contra Moraes. "¿Pagaría esos reales por arriesgarme así a jugar una mala broma? No lo creo. Sé lo que le puede pasar a un diputado que juega con ministros del Tribunal Supremo, como lo hemos visto con nuestro amigo Daniel Silveira que está preso en Bangu", comentó.
Según la diputada, la presencia de Delgatti en su campaña era con el objetivo de crear un equipo de consultoría para vigilar el buen funcionamiento de las urnas electrónicas. El hacker informático también se reunió con el entonces presidente Bolsonaro en el Palacio de la Alvorada en agosto del año pasado, en plena campaña electoral.