Lo solicitó la fiscal Lacki de La Plata. Julio "Chocolate" Rigau y sus jefes están acusados de apropiarse de los sueldos de empleados "fantasmas"
Julio “Chocolate” Rigau, el ex subdirector de Personal de la Cámara de Diputados bonaerense
La fiscalía de Delitos Complejos de La Plata solicitó la elevación a juicio oral para Julio “Chocolate” Rigau, el ex subdirector de Personal de la Cámara de Diputados bonaerense, Claudio Albini, y su hijo, el ex concejal platense Facundo Albini. Todos acusados de llevar a cabo una maniobra de defraudación con fondos públicos y asociación ilícita en la Legislatura bonaerense.
Tal como se viene informando, "Chocolate" Rigau enfrenta cargos por fraude y por formar parte de una organización delictiva. Fue detenido el 9 de septiembre de 2023 luego de ser sorprendido en un cajero del Banco Provincia (7 y 54, de La Plata) con 43 tarjetas de débito pertenecientes a empleados legislativos.
En ese momento tenía en su poder 49 tarjetas de débito pertenecientes a supuestos empleados de la Legislatura bonaerense, junto a 1.260.000 pesos en efectivo. Según consta en el acta policial, Rigau permaneció aproximadamente 20 minutos extrayendo dinero de forma consecutiva en los cajeros del banco. Su actividad fue advertida por un testigo presencial, quien dio aviso a la policía, lo que derivó en su detención en el lugar.
El informe oficial también aportó un indicio más que complica a la presunta asociación ilícita que integrarían los “ñoquis”, Rigau y, por encima de ellos, Facundo Albini –en ese entonces apoderado provincial del Frente Renovador de Sergio Massa–, y su padre, Claudio Albini.
Un año atrás, el juez Federico Atencio había denegado el pedido de prisión domiciliaria solicitado por la defensa de Rigau. No obstante, tras la apelación presentada por sus abogados, el Tribunal de Casación resolvió en octubre concederle ese beneficio.
En febrero, la Cámara de Apelaciones de La Plata revocó el otorgamiento de la prisión domiciliaria para ambos. La defensa había solicitado ese régimen especial alegando, entre otros motivos, la edad avanzada de Claudio y cuestiones familiares vinculadas a Facundo. Sin embargo, ninguno de los dos alcanzó a salir de prisión por la falta de disponibilidad de tobilleras electrónicas.