El caso de la contadora Natalia Foresio sacudió a la ciudad de La Plata y con el correr de las horas surgen nuevas revelaciones. La Justicia puso el foco en el presunto uso de facturación apócrifa, aunque su defensa insiste en que su rol se limitaba a tareas de asesoramiento técnico-contable y que no tuvo participación en ninguna maniobra fraudulenta.
En el marco de la investigación que ya tiene un largo -y silencioso- recorrido de más de un año en territorio judicial, se hizo eje en las facturas apócrifas. La defensa de la contadora pretende instaurar que no existió dolo ni que era su deber conocer al detalle los extremos del intercambio, escudándose en el principio de confianza que rige en la vida en sociedad.
En la misma línea, desde el entorno de la mujer que se encuentra detenida exponen que muchas de las empresas a las que prestaba servicio se conocían previamente y compartían negocios, negando la existencia de facturación falsa y exponiendo la existencia de relaciones comerciales reales preexistentes.
Las empresas de Natalia Foresio
Otra de las incógnitas es la participación de Foresio como socia de empresas involucradas en la maniobra ilícita. La defensa de la mujer oriunda de la Patagonia insiste en que nunca se ocupó de la administración directa de las empresas ni de las operaciones comerciales de estas, sino que su labor se circunscribió a la creación y asesoramiento contable en la conformación de sociedades.
Si bien existen documentos donde la profesional figura como socia de una compañía constructora junto a su marido Luis Cortazzo, desde su defensa insistieron en que no era propietaria de ninguna empresa vinculada a la causa. Además, remarcaron que en múltiples casos coincide el domicilio de su estudio con el de algunas de las empresas involucradas en la causa porque son domicilios fiscales. Se trata, según exponen, de una práctica habitual para profesionales del área que disponen de estos domicilios para facilitar las tareas de facturación, pero que no tienen ningún vínculo con las actividades productivas y comerciales.
Facturación electrónica
Uno de los elementos más cuestionados en la investigación es el uso de una misma dirección IP para la facturación electrónica, lo que se mencionó en el auto de procesamiento como una prueba de la conexión de Foresio con las operaciones. Sin embargo, la defensa argumenta que este procedimiento no es extraño ni ilegal, ya que es común que los contadores deleguen estas tareas a sus estudios profesionales, utilizando sus redes internas para realizar la facturación de sus clientes. Esto, aseguran, no implica ninguna irregularidad ni sugiere que las empresas sean propiedad de la contadora ni que se trate de facturación apócrifa.