Otra postal del delito juvenil en La Plata ha generado enorme preocupación. Los menores fueron demorados por la Policía dos veces en cuatro días
Tres menores de edad, dos de 10 años y otro de 12, fueron demorados por la Policía luego de ser sorprendidos cuando intentaban robar un kiosco de La Plata, en las inmediaciones de Plaza Islas Malvinas. La triste imagen con los nenes detenido despertó preocupación entre las autoridades ya que se trata de chicos reincidentes en el delito.
De acuerdo a lo informado por voceros, los menores implicados habían sido noticia también por un hecho de inseguridad el pasado viernes cuando los atraparon durante un robo en una escuela de Los Hornos de la que pretendían llevarse 14 rollos de papel higiénico, uno de bolsas de consorcio y un manojo de llaves.
Como en el caso del ataque a la Escuela Primaria N°72, ubicada entre las calles 137 y 86, los chicos había sido demorados pero al ser inimputables por su edad, fueron restituidos a sus padres por la justicia de menores de La Plata.
En este reciente caso los tres niños fueron divisados por las cámaras de centro de monitoreo de la Comuna, en una causa que se investiga por la tentativa de robo en poblado y en banda por la UFI N°3 del Joven, a cargo de la fiscal Carmen Ibarra.
Los tres chicos fueron vistos sobre las calles 20 y 50. Las imágenes dieron el alerta a los agentes de la Comisaría 4ª de La Loma. Personal de la Policía Motorizada del Escuadrón Local fueron comisionados al lugar por el 911 por un intento de robo a un kiosco.
Los menores volvieron a ser demorados, y posteriormente entregados a sus progenitores.
El caso de Kim Gómez, la niña asesinada en La Plata, aún conmueve a la sociedad y a su vez, sacudió el tablero político. De un lado hay impotencia y del otro, pelea en lugar de respuestas a un tema grave y de arrastre: el delito juvenil y la llamada “puerta giratoria” que no hace más que beneficiar a delincuentes y que hace un tiempo derivó en una tragedia como fue el crimen de la nena arrastrada por dos adolescentes, uno de ellos con antecedentes y que estaba en libertad por ser aún menor de edad.
En ese escenario, con la criminalidad juvenil en alza, al margen de que sus protagonistas, algunos de ellos tristemente célebres, siempre se encuentran en riesgo, los más perjudicados son los ciudadanos comunes, aquellos que sufren sus constantes embates y observan, absortos, cómo nadie le pone un freno a este verdadero drama social.