Los episodios de inseguridad bajo la modalidad de motochorros siguen siendo una de las más denunciadas por los platenses que, día a día, son blanco de reiterados ataques que son perpetrados por estos ladrones motorizados. En este alarmante contexto, en las últimas horas un playero resulto blanco de un dramático asalto mientras se encontraba en su horario de trabajo.
De acuerdo a lo informado por fuentes policiales, el reciente ataque motochorro tuvo lugar en una estación de servicio ubicada en la esquina de 131 y 510, en la localidad platense de Hernández. Allí al menos dos delincuentes a bordo de un rodado se presentaron fingiendo ser clientes. En el lugar había un empleado que no sospechó lo que vendría luego.
Se supo que los motochorros se presentaron en la estación de servicio de la empresa Gulf pasado el mediodía, más cerca de las 13 horas del último lunes. Cara a cara con el playero, lo amedrentaron a punta de pistola y lo obligaron a ingresar hasta el minishop. El terror se apoderó del damnificado.
Ya en el interior del lugar, los ladrones se apoderaron de la recaudación que se encontraba en la caja registradora. También tomaron otros elementos de valor y, con el botín en su poder, se dieron rápidamente a la fuga. Pese al mal momento vivido, por fortuna la víctima resultó ilesa y radicó la denuncia en la dependencia policial.
Con maniobras de jiu-jitsu, se defendió de dos motochorros
Semanas atrás dos delincuentes se vieron sorprendidos cuando, en un intento de robo, fueron reducidos bajo maniobras de jiu-jitsu.
De acuerdo a lo revelado por voceros, todo ocurrió en la zona norte de La Plata, sobre las calles 34 entre 2 y 3. Fue casi a mitad de cuadra cuando, dos motochorros a bordo de un rodado de alta gama, interceptaron a un hombre y una mujer que estaban en moto estacionados y por ingresar a una vivienda.
Sin sospechar la reacción de las víctimas, los ladrones atacaron, pero todo cambió de un momento a otro: cuando parecía que los hampones se llevaban la moto de los damnificados, estos derribaron a uno de los malvivientes y con técnicas de jiu-jitsu, lo redujeron.