Desde su llegada a Estudiantes de La Plata a un valor exorbitante, como también una gran novela por la negociación con el Grupo Foster Gillett y la disputa con Boca Juniors, Cristian Medina se empezó a ganar el reconocimiento de los fanáticos albirrojos.
En la victoria ante Carabobo en el estadio Jorge Luis Hirschi se vio una nueva función del volante ofensivo, que fue el punto más alto del equipo dirigido por Eduardo Domínguez, pese a no encontrarse con el gol, jugó e hizo jugar a sus compañeros, siendo el hilo conductor de prácticamente todos los ataques.
Es más, el mediocampista levantó el primer grito de guerra de la noche de la Familia Pincha y fue clave en el tanto de Luciano Giménez al quedar mano a mano con Lucas Bruera y permitirle al delantero quedar en soledad frente al arco.
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Cristian Medina fue la gran figura en la noche del martes
Julián Martínez
Los gestos técnicos son de un jugador de categoría, lejos todavía de valer los 15 millones de dólares que invirtió el empresario para sacarlo del Xeneize, pero mostrándose muy serio e invitando a la gente a ilusionarse. Medina tiene contrato hasta diciembre de 2030 con el León y se espera que no salga en este mercado de pases.