Un nuevo capítulo de tensión institucional sacude a Gimnasia y Esgrima La Plata. La agrupación Usina Tripera, respaldada por más de 2.000 socios, denunció que la Comisión Directiva incumplió el plazo para convocar a la Asamblea Extraordinaria que debía realizarse el 9 de julio, destinada a tratar la reforma integral del Estatuto del club.
Este hecho, calificado como un “atropello a la democracia interna”, generó indignación entre los socios que apoyan la iniciativa y puso en evidencia las fricciones entre la actual gestión y quienes buscan una transformación. La solicitud de la asamblea, presentada con el respaldo de miles de firmas, cumplía con todos los requisitos legales establecidos por el Estatuto.
En un duro escrito a través de redes sociales, el espacio manifestó que la dirigencia comandada por Mariano Cowen "incumplió el compromiso asumido en febrero, cuando se había acordado que, una vez reunidas las firmas necesarias, se procedería con la convocatoria". “No es facultad de la Comisión Directiva decidir si está de acuerdo o no con el requerimiento, sino simplemente verificar que se cumplan los requisitos, algo que hicimos de manera impecable”, expresó Usina en un el escrito.
La agrupación también denunció haber sido blanco de operaciones mediáticas, difamaciones y agresiones orquestadas, según afirman, por miembros de la CD y representantes de otras espacios políticos afines al oficialismo.
Estas acciones, aseguran, tuvieron como objetivo “desinformar, menospreciar e impedir” el trabajo de los socios que abogan por un cambio estructural en el club.
A pesar de las hostilidades, Usina Tripera decidió postergar cualquier denuncia formal para evitar dañar aún más la imagen de Gimnasia, aunque dejó en claro que “ha tomado nota” de los ataques.
Gran malestar en Usina Tripera
Con el equipo profesional jugándose la permanencia en la Primera División en el próximo torneo, la fecha propuesta para la asamblea buscaba garantizar la participación masiva de los socios en un ambiente alejado de los vaivenes deportivos. Sin embargo, la falta de respuesta oficial y la posibilidad de que la convocatoria se realice en un momento de mayor tensión generan incertidumbre sobre la viabilidad de una “jornada democrática auténtica”.
El escrito de Usina Tripera