El Papa Francisco, todavía en recuperación tras haber estado más de un mes internado en Roma con problemas respiratorios, compartió el mensaje que será leído este viernes santo en el Vía Crucis que se lleva a cabo en el Vaticano. El sumo pontífice no asistirá, y en su lugar lo hará el cardenal Baldassare Reina, vicario de Roma.
“La vía del Calvario pasa por nuestras calles todos los días. Nosotros, Señor, por lo general vamos en dirección opuesta a la tuya. Precisamente de ese modo puede ocurrir que nos encontremos con tu rostro, que nos crucemos con tu mirada”, expresa Francisco en la introducción del texto que se detiene en cada una de las 14 estaciones que conforman la Pasión de Cristo.
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Y agrega: “Nosotros avanzamos como siempre y tú vienes hacia nosotros. Tus ojos nos leen el corazón. Entonces dudamos si continuar como si nada hubiera sucedido. Podemos darnos la vuelta, mirarte, seguirte. Podemos identificarnos con tu camino e intuir que es mejor cambiar de dirección”.
“El Vía Crucis es la oración del que se mueve -continúa el mensaje- interrumpe nuestros recorridos habituales, para que del cansancio vayamos hacia la alegría. Es verdad, el camino de Jesús nos cuesta; en este mundo que calcula todo, la gratuidad tiene un alto precio”.
Por último, Francisco recuerda a sus fieles que “en el don todo vuelve a florecer: una ciudad dividida en facciones y lacerada por los conflictos se encamina hacia la reconciliación; una religiosidad árida redescubre la fecundidad de las promesas de Dios; incluso un corazón de piedra puede convertirse en un corazón de carne. Sólo es necesario escuchar la invitación: «¡Ven! ¡Sígueme!». Y confiar en esa mirada de amor”.
El Papa Francisco habló en Roma durante el Domingo de ramos
Jorge Bergoglio habló en la Plaza de San Pedro con motivo de la misa por el Domingo de ramos, en la previa de Pascua. Es su segunda aparición pública luego de haber estado internado por más de un mes por problemas respiratorios.
“Feliz domingo de ramos. Feliz semana santa ”, deseó el Sumo Pontífice a los fieles, en lo que constituyó todo su discurso. Si bien Francisco continúa evidentemente débil y sin poder realizar grandes alocuciones, se vio una notoria mejoría respecto de su última aparición una semana atrás, donde estaba asistido por cánulas nasales de oxígeno.