En una semana, dos accidentes involucran a camiones de ESUR. A esto se suman denuncias por acumulación de residuos, ocupación y un amplio presupuesto
El servicio de ESUR, la empresa encargada de la recolección de residuos en La Plata, vuelve a estar en el centro de la polémica tras protagonizar accidentes que generaron conmoción en la región. Uno de los hechos fue el atropello de una barrendera, que le costó la vida. Un día después, otro camión de embistió a un motociclista, dejándolo hospitalizado.
Estos episodios encendieron las alarmas y reavivaron el debate sobre el presupuesto que la Municipalidad de La Plata destina a ESUR, en un contexto en el que muchos barrios denuncian un servicio deficiente en la recolección de residuos.
Estas problemáticas no son nuevas: en septiembre de 2024, uno de los vehículos de la compañía atropelló y mató a un hombre de 49 años en la calle 15 entre 519 y 520. La semana pasada, Noelia Sosa perdió la vida mientras barría en 521 y 117; y, el jueves, un hombre sufrió lesiones de consideración tras ser embestido en la intersección de avenida 13 y 530.
Ante estos hechos, vecinos se preguntan si los conductores reciben la capacitación adecuada para manejar vehículos de gran porte. También se cuestiona el estado de los camiones: ¿funcionan correctamente los frenos? ¿Es necesario implementar medidas adicionales de seguridad para prevenir tragedias?
Como se mencionó, las fallas de ESUR no se limitan a los accidentes, sino también al desempeño general del servicio, que muchos consideran ineficiente en varios sectores de La Plata.
En diciembre de 2024, durante el debate por el presupuesto 2025, concejales de la oposición alertaron que el área de recolección de residuos presentaba “un incremento del 40 por ciento, a diferencia del resto de las áreas”, y absorbía “el 25 por ciento del presupuesto municipal, lo que no estaría mal si brindara un servicio adecuado”. Además, criticaron que el secretario general, Norberto Gómez, no ofreciera respuestas claras al respecto.
En ese marco, a principios de este año, el concejal de La Libertad Avanza, Guillermo Bardón, presentó un proyecto cuestionando un nuevo aumento otorgado a ESUR. Según señaló, el incremento “supera en un 18 por ciento la inflación anual”, llevando a que la empresa perciba “200 millones de pesos por día”.
La semana pasada, durante la rendición de cuentas 2024, la oposición volvió a exigir explicaciones sobre por qué la Comuna no renegoció el contrato con ESUR pese a los reiterados incumplimientos. En respuesta, desde el Ejecutivo local aseguraron que se están aplicando las penalizaciones previstas en el contrato firmado por la gestión anterior. “Cuando hay quejas en el 147, se inician reclamos administrativos y se multa a la empresa. Esa penalización la estamos aplicando”, aseguró el secretario del intendente Julio Alak.
Cabe destacar que ESUR presta el servicio de recolección desde hace más de 20 años, pese a diversos cambios de firma, fusiones y operaciones comerciales. Sus actuales propietarios están vinculados al servicio desde la dictadura. Si bien durante algunos años la concesión fue suspendida, la empresa recuperó el contrato mediante las licitaciones de 2016 y 2018, durante la gestión de Julio Garro.
La cuestión presupuestaria ha sido históricamente conflictiva: en 2018, el Frente de Todos denunció que el 25 % del presupuesto municipal se destinaba al tratamiento de residuos, ubicando a La Plata entre las ciudades con el servicio más costoso de la provincia. Esa tendencia no se modificó: en 2023, la recolección de residuos absorbió el 20 % del gasto total del Municipio. Al asumir Alak, la empresa reclamó un pago extra de $2.300 millones por “mayores costos”, lo que generó un fuerte endeudamiento de la comuna.
La Asamblea Parque Recreativo y Reservorio para Los Hornos denunció una nueva avanzada de ESUR sobre el parque y el arroyo que forman parte del patrimonio público del barrio. Vecinos reportaron que la empresa colocó postes para cercar una porción significativa del espacio verde, restringiendo el acceso a casi el 50 % del predio. La situación provocó una fuerte indignación.
Desde el año pasado, la Asamblea ha enviado pedidos de respuesta a las autoridades municipales y provinciales, pero no se tomaron acciones concretas que frenen esta ocupación ilegal que se utiliza para nada más ni nada menos que tirar basura. A esto se suma, según detallaron, el arrojo de lixiviados al arroyo, un acto que pone en peligro la salud de los vecinos y el medio ambiente.
En enero de este año, el concejal Diego Rovella (presidente del bloque UCR-PRO) ingresó un proyecto solicitando que el Ejecutivo local explique "los motivos o circunstancias puntuales que justifiquen la inacción y la actitud pasiva del Municipio ante la aparente usurpación de la firma ESUR S.A. de parte del predio destinado al Parque Recreativo y Reservorio Hidráulico del Arroyo Regimiento, ubicado en calle 137 entre 70 y 72, según el Decreto Municipal N° 1246/19".
Rovella también pidió explicaciones sobre el desinterés oficial frente a “las presentaciones de la Asamblea Parque Recreativo Los Hornos, que incluso entregó una nota con más de mil firmas solicitando intervención”. Sin embargo, aún no hubo respuestas concretas.
A estas irregularidades se suman las denuncias por acumulación de residuos. En distintos barrios de la periferia, la postal de basura sobre las ramblas y esquinas se volvió cotidiana. Vecinos advierten que, desde hace semanas e incluso meses, se registran basurales en tramos de la avenida 155, desde Los Hornos hasta Melchor Romero. En José Hernández, un sector se convirtió en un basural a cielo abierto, con focos contaminantes y presencia de roedores. Situaciones similares se repiten en Altos de San Lorenzo, Villa Elvira y Tolosa.
En pleno casco urbano, vecinos de la zona de 19 y 58 denunciaron que camiones recolectores “chorrean agua putrefacta” durante su recorrido. El episodio fue filmado y compartido en redes sociales, donde los frentistas describieron un olor insoportable.