El sector energético argentino se encuentra en vilo ante el rumor de que la multinacional malaya Petronas estaría considerando abandonar su participación en el proyecto de construcción de una planta de Gas Natural Licuado (GNL) en asociación con YPF. Esta noticia, que ha resonado en despachos nacionales y provinciales, plantea serias implicaciones para la inversión en el país y para las finanzas estatales.
Aunque la versión sobre la posible salida de Petronas no ha sido desmentida oficialmente, desde YPF se asegura que el proyecto seguirá adelante, con o sin la compañía malaya. Horacio Marín, presidente de YPF, comentó: "En este momento, Petronas tiene la opción de continuar o no con el proyecto. Hay que desdramatizar la situación, son decisiones empresariales. Yo no tengo información sobre cuál sería la decisión de Petronas". Además, enfatizó que YPF está comprometida con el desarrollo de la planta, subrayando que “pueden ingresar otras compañías” si fuera necesario.
El gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, quien ha estado en la primera línea de esta discusión, también se mostró optimista. En declaraciones a la prensa, afirmó que "si no es con Petronas, será con otra empresa", reafirmando que la planta finalmente se llevará a cabo.
En un contexto que parece moverse rápidamente, la Casa Rosada ha hecho circular una imagen del encuentro que tuvo el presidente Javier Milei con Patrick Pouyanne, CEO de TotalEnergies, junto a otros altos directivos de la compañía. Este gesto ha alimentado aún más las especulaciones sobre el futuro del proyecto y la posibilidad de que otras empresas internacionales se sumen a la iniciativa.
Mientras el gobierno y YPF continúan trabajando en la viabilidad del proyecto, la incertidumbre persiste sobre el papel de Petronas y las decisiones que se tomarán en el corto plazo. El sector energético, que ha sido clave para la economía argentina, aguarda con expectación los próximos movimientos de estas importantes empresas.