El Gobierno de Javier Milei confirmó que, pasadas las elecciones 2025, aplicará un nuevo esquema de subsidios para las tarifas de luz y gas natural, tal como se lo exigió el Fondo Monetario Internacional (FMI). Buscan acelerar el ajuste en el gasto público.
Cabe recordar que actualmente existe una segmentación de la asistencia estatal dividida en tres niveles: ingresos altos (N1), bajos (N2) y medios (N3) y que está vigente desde 2022. En el informe de la gestión de Javier Milei que presentó el miércoles Guillermo Francos ante el Congreso se incluyó la cantidad de usuarios con subsidios energéticos.
Según informó Francos, hasta principios de abril había más de 2,8 millones de usuarios de electricidad con tarifa subsidiada en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). De este total, 1.972.865 se ubican en el N2 y 1.139.825 en N3. Mientras 2,3 millones abonan la tarifa plena de electricidad. En el caso del gas, 2.220.005 reciben subvenciones en el AMBA, según datos del Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía (RASE).
En este sentido, la Secretaría de Energía apunta a establecer sólo dos categorías: usuarios con subsidios, definidos con una tarifa social, y usuarios sin subsidio. Este esquema será similar al que se instaló durante la gestión de Mauricio Macri entre 2016 y 2019.
Los subsidios no se tocarán hasta después de las Elecciones 2025
“Las tarifas seguirán alineadas en general con los niveles de recuperación de costos para los hogares de mayores ingresos y los usuarios comerciales, y se procurará sustituir el complejo esquema de segmentación tarifaria por un único subsidio energético para los hogares de bajos ingresos”, indica el texto del Fondo.
La intención oficial era avanzar en ese esquema para mayo, junto con los nuevos cuadros tarifarios que surgieron de las audiencias públicas de febrero, en las que se plantearon aumentos requeridos y los planes de inversión de las distribuidoras y transportistas de energía eléctrica y de gas.
Sin embargo, el calendario se postergó ante la volatilidad que en marzo dejó el mercado cambiario y su posible impacto en la inflación.