Hasta hace apenas diez días la narrativa electoral del oficialismo parecía definida: “libertad o kirchnerismo”. Con esa consigna, el Gobierno apostaba a polarizar con la figura de Cristina Fernández de Kirchner como símbolo de un ciclo que, a su entender, debía cerrarse definitivamente “con el último clavo en el cajón”. Sin embargo, la reciente confirmación del fallo judicial contra la expresidenta por parte de la Corte Suprema alteró de forma significativa el escenario político, tanto en el corto plazo —con las elecciones legislativas de octubre— como en la proyección hacia 2027.
La ratificación de la condena en la causa Vialidad y la inminente detención de Cristina Kirchner generó un inesperado movimiento en la política argentina: en lugar de consolidar una posición de fuerza para el oficialismo, reconfiguró al peronismo en clave defensiva con un llamado a la unidad que, por el momento, muestra resultados incipientes pero contundentes.
La postal del encuentro en la sede del Partido Justicialista (PJ) nacional no pasó desapercibida en la Casa Rosada, donde el discurso inicial de distancia con la decisión judicial rápidamente fue matizado por gestos de cautela. “No tenemos nada que ver con el fallo”, expusieron desde el seno de Balcarce 50 y se bajaron de la hipótesis de un posible show en torno a la detención de CFK. “Nuestra postura es que la detención sea respetuosa de la figura de la expresidenta”, señaló el Jefe de Gabinete, Guillermo Francos, en diálogo con la prensa.
En ese marco, el Gobierno se esforzó en marcar diferencias con el sector del PRO vinculado al expresidente Mauricio Macri. En Balcarce 50 evitaron, al menos públicamente, cualquier intento de capitalizar políticamente la detención de la exmandataria. “Eso es el macrismo y nosotros no somos eso”, deslizó un funcionario al ser consultado por la situación.
Cómo polarizar, esa es la cuestión
Más allá de los trascendidos extraoficiales en los pasillos del Ejecutivo, el primero en marcar la línea oficial fue el propio Javier Milei, quien se limitó a calificar el fallo como un acto de “justicia”. “ Al ser el primer presidente que no interfiere con la Justicia, los resultados están a la vista y la Justicia independiente hizo lo que tenía que hacer”, insistió desde Israel. La estrategia es a dos puntas: marcar las diferencias con el PRO afianzando el voto antikirchnerista y analizar los posibles escenarios que podrían volver a poner en agenda la polarización “libertad o kirchnerismo”.
Es que desde la Casa Rosada reconocen que la estrategia electoral diseñada para septiembre y octubre contemplaba la presencia activa de Cristina Kirchner como candidata, al menos en el terreno simbólico. Si bien en la antesala al fallo algunos referentes de peso en territorio bonaerense confiaban a El Editor Platense que “electoralmente no nos suma ningún voto si está o no Cristina en juego porque sus votos se van a trasladar a quien ella posicione”, el naciente escenario de un hipotético peronismo unido abre nuevos interrogantes.
Ya no se trata de polarizar con el “kirchnerismo” en su versión acotada, sino con un peronismo que, al menos por ahora, encuentra en la figura de la expresidenta un punto de cohesión. Esta semana será clave. Mañana, Cristina Kirchner deberá presentarse en Comodoro Py, y se espera una movilización masiva en su apoyo. Una posible negativa al pedido de arresto domiciliario podría derivar en una foto de alto impacto simbólico: la detención efectiva de CFK. En el Gobierno, temen que esa imagen se transforme en una herramienta de cohesión y “victimización" que revitalice a un espacio opositor que hasta ahora se mostraba disperso y sin liderazgo claro.
Si bien prestan especial atención a lo que pueda suceder, en paralelo el oficialismo confía en que la unidad peronista no será sostenible en el tiempo y apuestan a que los cortocircuitos históricos, las disputas por la conducción partidaria y los intereses sectoriales terminen por desgastar el clima de unidad actual.
Las negociaciones con el PRO
El fallo de la Corte Suprema de Justicia también sacudió las negociaciones con el PRO, principalmente en la Provincia de Buenos Aires. Sin la candidatura de Cristina Kirchner en la Tercera Sección Electoral, el foco de los comicios vuelve a ampliarse a las ocho secciones y se torna más general.
Si bien en un principio el armador bonaerense de LLA Sebastián Pareja se había mostrado permeable a la posibilidad de que la lista a usarse en septiembre tuviera tanto el violeta como el amarillo y crear una denominación especial para la alianza, en los últimos días -tal como anticipó El Editor Platense- el liberal le puso sobre la mesa una condición obligatoria para cerrar el trato: la boleta será violeta y el nombre rezará La Libertad Avanza.
La exigencia encendió señales de alarma en las filas del macrismo. Conscientes de la dificultad para sostener una marca fuerte en el distrito sin alianzas, el expresidente Mauricio Macri habilitó a sus dirigentes a buscar acuerdos “con dignidad” en cada una de las ocho secciones electorales bonaerenses. En algunos sectores del macrismo no gustó para nada esta definición y se resisten a ponerse de rodillas ante LLA.
Resistencia comunal
Los intendentes del PRO -ni los de la UCR- están dispuestos a diluir completamente sus estructuras locales en las listas de LLA. En muchos distritos, los jefes comunales resisten la idea de subordinarse a un armado nacional que prioriza la centralidad de Milei, pero que ofrece poco margen de autonomía a los socios menores. Sin dudas, la clave será evaluar hasta dónde está dispuesto el PRO a ceder en visibilidad y autonomía para asegurar su participación en el armado oficialista en la provincia.
Sin Cristina en la cancha, La Libertad Avanza no necesita nombres de peso que podría aportarle el partido amarillo para competir en la Tercera por lo que el único motivo por el que podía ceder con alguna de sus pretensiones ya no está en los considerandos y desde el entorno de Milei van con todo para competir con los suyos. “Es un armado que se viene trabajando muy bien, somos un partido que tenemos presencia en todos los distritos, en los cuales estamos totalmente capacitados para competir con gente y voluntades que impulsan todas las ideas del presidente Javier Milei”, arengaron desde el karinismo bonaerense.
