El fallecimiento del muralista Lumpen Bola conmocionó a La Plata y desató una ola de homenajes que destacan su legado artístico y comunitario
La conmoción y el dolor atraviesan la ciudad de La Plata por estas horas, debido al fallecimiento de Eduardo Alcántara, más conocido por su nombre artístico Lumpen Bola. Un protagonista clave del arte urbano y la cultura local durante las últimas dos décadas y media.
Nació en la localidad de Lisandro Olmos y durante un conflicto en una fábrica de la zona, la agrupación Sien volando lo invitó a sumarse a sus trabajos en los muros. Años más tarde, tras la disolución del grupo, encontró su sello personal: homenajear al rock. En el barrio de La Loma realizó más de 38 murales dedicados a figuras como Luca Prodan, Spinetta, Los Redondos o Cerati.
Además de dichos murales emblemáticos, Lumpen Bola dejó otras obras que ya forman parte del paisaje identitario de La Plata como el mural sobre el patrimonio de la ciudad en 6 y 46, la obra por los 40 años de democracia en la UNLP con las figuras de Alfonsín y Sábato, o la pieza más reciente en Altos de San Lorenzo, con Messi, Maradona, Evita, Favaloro, las Abuelas y las Malvinas. Alcántara continuaba en actividad y en el corto plazo planeaba abrir Taller 321, un centro cultural que venía remodelando.
Rocambole, una de las figuras más emblemáticas del arte platense, despidió a Lumpen Bola con un mensaje breve pero cargado de afecto. En una publicación en Instagram, compartió una placa negra con letras blancas y la frase: “Vuela muy alto y descansa en paz, querido amigo”. Su muerte, repentina e inesperada, golpeó fuerte a amigos, colegas y seguidores.