Un polémico bochazo genera tensión en la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), luego de que más del 85% de los estudiantes que rindieron la materia "Introducción a la Química" desaprobara.
La asignatura es de cursada obligatoria para nueve carreras y el nivel de fracaso encendió la alarma entre los estudiantes. El pasado sábado 17 de mayo, un total de 540 estudiantes se presentó a rendir el examen bajo condiciones climáticas adversas, y solo 65 lograron aprobar, lo que representa apenas un 12% de los que rindieron y tan solo el 9% del total de inscriptos en la materia.
Desde la agrupación “Colectivo Estudiantil Exactas” lanzaron un comunicado en el cual dicen: “Nos hemos comunicado con la cátedra para solicitarle que de manera urgente revea y modifique la modalidad y criterios de evaluación y corrección, que están dejando a muchísimos compañeros afuera”.
El comunicado de una agrupación luego del bochazo masivo en la UNLP
Otro bochazo en marzo dejó más del 90% de desaprobados en una facultad de la UNLP
La Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de La Plata se encuentra en el centro de una nueva tormenta. La comunidad académica denunció que más del 93% de los alumnos que rindieron el último examen de Bioquímica –una materia clave del segundo año– fueron desaprobados.
Este fenómeno es conocido como "bochazo" y no es algo nuevo en este establecimiento de la UNLP. Desde hace años, materias como Anatomía, Infectología y la materia mencionada anteriormente han registrado altas tasas de reprobación, pero la cifra actual –que supera ampliamente los históricos picos del 80%– ha desatado indignación.
Según trascendió, las causas de esto son múltiples. Algunos apuntan a la falta de presupuesto para mejorar la infraestructura y contratar más docentes, mientras otros critican el ingreso irrestricto y la falta de un sistema de apoyo para los casi 700 alumnos que cursan Bioquímica.
Las protestas incluyen pintadas en las paredes de la facultad y petitorios que circulan en redes sociales, exigiendo una revisión urgente de las políticas. El impacto del “bochazo” va más allá de los números. Para muchos, representa un golpe a sus sueños de convertirse en médicos en un país donde la profesión es vital pero cada vez más inaccesible.