Bucchino, una sociedad fantasma y el edificio de la discordia
La firma, que hasta 2023 tenía ingresos nulos, pasó a concentrar todos los contratos de la VTV y facturó miles de millones en menos de dos años, en un esquema donde vuelven a aparecer los nombres de Carolina Bucchino y Sebastián Desio
4 de diciembre de 2025 - 12:15
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Bucchino, D'onofrio y Desio, los protagonistas del caso
La imputación contra Jorge D'Onofrio por presunto fraude al Estado comenzó a reordenar el mapa interno del expediente y volvió a poner bajo la lupa a dos figuras centrales del entramado investigado: la contadora platense Carolina Bucchino y Sebastián Desio, presidente de Soluciones en Telecomunicaciones y Electrónica S.A., la empresa que según el fiscal Álvaro Garganta habría operado como intermediaria entre las concesionarias de la VTV y el Ministerio de Transporte bonaerense durante la gestión del exfuncionario.
El vínculo entre ambos reaparece ahora con más fuerza a partir de la documentación analizada por la fiscalía. Bucchino, conocida en La Plata por su aparición en la causa contra Natalia Foresio, vuelve a quedar asociada a un movimiento patrimonial que, según el expediente, benefició indirectamente al círculo de Desio. La pesquisa indica que una empleada doméstica de la contadora figura como titular de una sociedad creada días antes de adquirir un inmueble clave en la causa. Ese edificio, ubicado en calle 6 entre 44 y 45, había sido ofrecido meses antes para el funcionamiento de dependencias del Ministerio de Transporte.
El llamado a indagatoria al que accedió El Editor Platense detalla que la operación del inmueble comenzó en abril de 2024, cuando Inmobiliaria Desio —a cargo de Luis Desio, padre de Sebastián— ofreció el edificio al Ministerio. Para mayo de ese año, parte de la estructura ministerial ya funcionaba allí, según consta en una orden de presentación librada en el marco de otra investigación. Sin embargo, en agosto de 2024, la propiedad fue transferida sorpresivamente a Mobmenza Desarrollos SRL, compañía creada apenas unos días antes de la compra.
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Carolina Bucchino, de nuevo en el medio de un caso polémico
¿Cómo aparece el nombre de Bucchino en el caso?
Mobmenza quedó compuesta por dos socios de “dudosa solvencia patrimonial”, según el informe de Nosis incorporado al expediente. Se trata de Bernardo Moreno y Florencia Mendoza Samudio. Este último nombre es el que reorientó toda la investigación, ya que se descubrió que Samudio es la empleada doméstica de Bucchino y de su pareja Matías Desio (hermano de Sebastián), aun así, aparece como socia fundadora y compradora de un inmueble valuado muy por encima de la capacidad económica acreditada. De hecho, figura como beneficiaria de la AUH y del Programa Hogar, mientras que Moreno era empleado del Ministerio de Seguridad provincial y registraba historial crediticio irrecuperable hasta dos meses antes de la constitución societaria.
La fiscalía señala además otro dato clave: Mobmenza fijó domicilio fiscal en la misma dirección donde funciona Inmobiliaria Desio y donde también está radicado el domicilio fiscal de Bucchino. La proximidad física entre ambas operatorias —inmobiliaria y contable— es uno de los elementos que, según Garganta, “permite reconstruir un circuito” que vincula de manera directa a los Desio con el inmueble que el Ministerio utilizó sin acto administrativo formal y sin pagar canon locativo durante el período que lo ocupó. Para el fiscal, esto refuerza la hipótesis de que la operación inmobiliaria no fue ajena al grupo que aparecía beneficiado por los contratos tecnológicos con la VTV.
En paralelo a lo patrimonial, el expediente sostiene que Sebastián Desio no era un proveedor circunstancial. Por el contrario, la resolución destaca que tenía acceso habitual al Ministerio, se lo vio en oficinas y eventos internos, y que participaba de espacios donde también estaban presentes funcionarios de primera línea, como Tomás Ithurriague (exdirector de Sistemas) y Mario Quattrochi (exjuez de Faltas) ambos imputados en la causa de las fotomultas. Se incorporaron incluso fotografías donde Desio aparece como parte del entorno político del Frente Renovador que respondía a D’Onofrio.
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El sistema de asignación de los servicios tecnológicos para la VTV se estructuró a partir de una licitación pública nacional e internacional que habilitó a las siete concesionarias a contratar de manera conjunta a un único prestador. Ese esquema contemplaba que las empresas ganadoras abonaran un 8,5% más IVA por cada inspección realizada, monto que debía destinarse a la provisión de innovaciones tecnológicas y equipamiento. La fiscalía sostiene que, aunque la normativa permitía la contratación externa, el proceso derivó en un mecanismo donde Soluciones S.A. terminó concentrando la totalidad de los acuerdos. Los expedientes internos muestran que la firma de Desio participó en la confección de las adendas y en la implementación de los sistemas, a pesar de que la compañía no registraba antecedentes previos en el rubro ni estructura operativa para un servicio de esa envergadura.
El documento agrega otro elemento sobre la contabilidad de Soluciones en Telecomunicaciones y Electrónica S.A. antes de ser adquirida por Desio. La empresa, dedicada históricamente al mantenimiento de antenas telefónicas, había tenido ingresos nulos por tres años y no contaba con bienes ni empleados. Pese a ello, entre 2024 y 2025 recibió casi cinco mil millones de pesos de parte de las concesionarias de la VTV, monto que Desio retiró de manera sistemática. Los informes bancarios muestran que era el único autorizado a manejar las cuentas y que los movimientos eran incompatibles con el perfil previo de la firma.
Desio y D'Onofrio, los otros protagonistas del caso
La investigación menciona además que una empleada de Soluciones es familiar directa de la pareja del exjuez Quattrochi, lo que suma otro punto de contacto entre Desio y el entorno político y administrativo que respondía a D'Onofrio. Para la fiscalía, este conjunto de coincidencias permite sostener que la empresa presidida por el empresario era la verdadera beneficiaria del sistema de fotomultas y los contratos sancionados desde el Ministerio, independientemente de las defensas que hicieron los imputados.
En este escenario, la figura de Bucchinovuelve a aparecer no sólo como un antecedente polémico por su enfrentamiento con Foresio, sino como pieza relevante dentro de un circuito patrimonial de la estructura. Si bien la fiscalía aún no la ubica en el centro del esquema, la mención pone a la luz sus vínculos personales y fiscales en la operatoria inmobiliaria, y vuelve a situarla en un rol del que no había logrado despegarse.
Para Garganta, el caso todo “sigue girando” alrededor del mismo nombre: Sebastián Andrés Desio. La profundización de esta línea de investigación definirá si la contadora quedará solo mencionada en el expediente o si pasará a tener, como indica el registro documental, un papel más comprometido dentro de las maniobras que ahora se investigan como fraude al Estado y cohecho.
