Menores de edad y a mano armada causaron destrozos en Ringuelet. Hechos que atemorizan a los vecinos, quienes piden soluciones ante la ola de inseguridad
La inseguridad y el delito en manos de menores de edad no cesa en La Plata. Cada día somos testigos de múltiples asaltos y preocupa la cantidad que son cometidos por adolescentes que no llegan ni a los 17 años. Con armas de fuego, armas blancas o simuladas, interceptan a personas en la calle, roban en comercios y viviendas.
En esta oportunidad, comerciantes de Ringuelet hicieron llegar su desesperación debido a que en esta última semana sufrieron tres robos en su heladería, ubicada en la Avenida 520 entre las calles 9 y 10. En las madrugadas del martes y en la del sábado, jovenes ladrones irrumpieron en el lugar y robaron diferentes elementos. Además, entresemana, el miércoles, llevaron adelante el asalto mientras se encontraban los trabajadores y también, clientes.
En la madrugada del martes, apenas pasadas las 4:00 cuando la mayoría de los vecinos está descansando, un grupo de sujetos, en apariencia menores de edad, irrumpieron en la heladería Grido. Entre cuatro y cinco personas se acercaron, algunos de ellos levantaron la persiana metálica que protegía al local, mientras otros hacían "campana" en la esquina y en la mitad de cuadra. Hechos que quedaron registrados en las cámaras de seguridad del barrio.
Dos de los implicados entraron, treparon el mostrador y se dirigieron a la caja registradora, de donde tomaron dinero en efectivo y luego, se dieron a la fuga de forma inmediata junto con sus cómplices.
Sin embargo, al otro día decidieron volver, se estima que son parte de la misma banda por su contextura física y la rapidez con la que llevan adelante el atraco, según detallaron los damnificados a El Editor Platense. En esta segunda ocasión, cerca de las 21:00 había dos clientes dentro del lugar y dos trabajadores, cuando entraron dos sujetos con casco y a mano armada intimidaron a todos los presentes.
Volvieron a tomar el dinero de la caja y de los clientes y también, se llevaron dos celulares. Todo sucedió en un minuto, tiempo suficiente para atemorizar a los vecinos que resultaron afectados en esta ola delictiva que no deja de crecer.
Este sábado, la propietaria recibió el aviso de la alarma del lugar a las 3:30 la cual advertía que había personas presentes en el local. Los sujetos volvieron, forzaron nuevamente la persiana y, pese a que estaban más preparados, con la alarma que sonó y las luces que se prendieron, no les impidió llevar adelante el asalto del que se llevaron más plata y una balanza.
Tras una semana dura, la trabajadora afectada contó que los delincuentes están identificados. Luego de robar el miércoles, el personal policial rastreó uno de los celulares robados, "los fueron a buscar y los sacaron a balazos y piedrazos, no entra nadie a ese barrio", aseguró.
"O sea estamos desprotegidos totalmente", lamentó y explicó que "los robos son tan rápidos que no alcanza a llegar nadie... ¿Qué tenemos que hacer? Que nos escuchen es la única esperanza para que tome control la Policía".
En tanto, en los últimos minutos se acercaron a la heladería a acomodar los destrozos y pudieron identificar que los ladrones estaban en el barrio, por lo que decidieron llamar al 911. "Estaban comprando en un local enfrente y pudieron atraparlos", detalló la mujer. De esta manera, los sujetos quedaron aprehendidos pero con la desesperanza de que salgan a las pocas horas por su corta edad.