Los movimientos de LLA en la última sesión en Diputados resquebrajaron la confianza con el PRO y siembran interrogantes sobre el futuro de la alianza
Futuro poco alentador para la alianza PRO-LLA
“Tiraron tanto de la cuerda que se rompió”. El tradicional dicho dibuja por completo lo que ocurrió en la relación entre el PRO y La Libertad Avanza (LLA) tras la última y tensa sesión en la Cámara de Diputados, donde el oficialismo abrió negociaciones unilaterales con el peronismo e hizo explotar al núcleo amarillo.
La gota que rebalsó el vaso e hizo explotar a los amarillos, en especial a Cristian Ritondo, fue el acuerdo del Gobierno con el peronismo para repartirse las tres sillas de la Auditoría General de la Nación (AGN), una decisión que el macrismo considera una traición política.
La designación de los auditores se concretó cerca de las tres de la madrugada del jueves, fuera del temario de las sesiones extraordinarias. El PRO no ocultó su enojo al denunciar que se trató de una “grave violación a la Constitución Nacional" y adelantó que iniciará acciones judiciales.
Señalaron que la objeción la realizaron primero de manera informal y luego en el recinto. Recordaron que el artículo 63 de la Constitución Nacional establece que durante las sesiones extraordinarias el Congreso solo puede tratar los asuntos incluidos en la convocatoria.
En su descargo, remarcaron que la Auditoría General de la Nación es un órgano constitucional de control y que su integración no constituye una cuestión administrativa interna del Congreso, por lo tanto, afirmaron que avanzar en su designación fuera del temario “no fortalece el control del Estado, lo deslegitima”.
El segundo punto de conflicto fue la inclusión de artículos que dejaban a la Ciudad de Buenos Aires sin fondos coparticipables, una maniobra que el PRO interpretó como una forma de presión política directa, pese a que sus votos ya estaban asegurados.
Los movimientos despertaron mucha bronca en el corazón del PRO donde dejaron trascender que se quebró la confianza con el oficialismo y dejaron se ser “aliados”. A partir de ahora, advirtió el macrismo, no darán más mayoría automática y el oficialismo deberá negociar “tema por tema; ley por ley”.
Este panorama vuelve más complejo el futuro de LLA en el afán de de avanzar con reformas estructurales para las que necesita si o si el acompañamiento de los aliados.
En medio de la escalada de tensión, el ministro del Interior, Diego Santilli, busco ponerle paños fríos a la relación. “La calentura (de Ritondo) es válida”, señaló y llenó de elogios al exministro bonaerense: “Le agradezco mucho primero a Cristian, porque siempre estuvo parado en la misma vereda respecto de las reformas que necesita el país. Y segundo, al PRO por haber acompañado de manera incólume, del mismo modo que me tocó hacerlo a mí meses atrás. El trabajo de esos 11 diputados que pusieron el cuerpo marca el camino”.
Por último, el “Colo” se mostró confiado en que se podrá recomponer el vínculo político. “Estoy convencido de que se va a encontrar un camino en conjunto, porque el trabajo de Ritondo y del PRO es muy importante”, concluyó.